-En verdad siento lo del otro dia- continúa diciendo Camila- te pedí que pasarás porque quería disculparme contigo, no sé que me pasó y me altere demasiado.
Estaba en el auto de Julieta camino a la escuela, la.noche anterior le había dejado un mensaje pidiéndole que pasará en la mañana antes de ir a la escuela porque quería hablar con ella, la rubia no le había contestado, pero había aparecido.
Apenas la saludó cuando entró al auto, y se mantenía en silencio mientras ella hablaba.
Camila la miró concediéndose el labio, no tenía ni un indicio de lo que podría estar pensando su amiga, su rostro es de piedra.
-Si, en verdad te pasaste- murmuro mirándola por el rabillo del ojo. Al escucharla soltó el aire que había estado conteniendo sin darse cuenta.
-Si, lo sé Julieta, se que no debí tratarte así, no es excusa pero esa mañana no me estaba sintiendo como yo misma, me sentía enferma y...-
-No eras tu misma en eso estamos de acuerdo- sentenció dejándola a mitad de frase.
Ella asintió, aquella mañana había sido muy inusual desde su malestar pasajero y aquel sentimiento beligerante. Ella misma se sorprendió por la forma en que reaccionó, generalmente evitaba las confrontaciones y aquel día ella era quien la inició, además que siguió insistiendo hasta que Julieta se fue.
-Entonces...¿Dijo esperanzada? -preguntó esperanzada.
Julieta la miró y asintió poniendo los ojos en blanco.
-Te perdoné hace rato Rojita, eres mi mejor amiga, no puedo estar mucho rato molesta contigo ya lo sabes, además siendo sinceras no fue muy sensato de mi parte creerle a aquel chico.- admitió girando el rostro para mirarla- entiendo por qué pudiste haber reaccionado mal, así que tranquila ambas fuimos tontas, asunto terminado.
Camila sonrió, no quería seguir peleada con su amiga, la hacía feliz haber solucionado sus problemas.
-¡Qué alivio!- exclamó haciéndola reír.
-Es bueno saber que estabas preocupada.
-¡Claro que estaba preocupada! Eres mi mejor amiga, además se acerca tu cumpleaños y no quería que pasaríamos la fecha distanciadas.
El cumpleaños de Julieta era el domingo. Había tenido la intención de disculparse con ella el lunes, es decir ayer, pero con lo sucedido con Will no había tenido tiempo.
Will, era todo tan extraño, había pasado parte de la noche asimilando lo que él le había contado, parecía todo muy surrealista, pero por alguna razón algo dentro de ella la hacía confiar en él, sólo esperaba no arrepentirse.
Miró a Julieta, que estaba sintonizando la radio, se mordió el labio dubitativa, quería contarle al respecto de Will, pero no sabía cómo, a decir verdad era medio entreverado de contar, sabía que tarde o temprano, más temprano que tarde iba a tener que decirle, pero sería mejor ordenar las ideas en su cabeza antes de intentar explicárselo. Si era complicado de entender para ella, sería difícil de explicárselo.
Julieta se había mudado de la ciudad vecina unos meses después de que Will se fuera, por lo que no lo había conocido, además que ella no había querido contarle de él, que no supiera quién era, fue uno de los.motivos por los que se hicieron tan cercanas cuando ingresó a su escuela, al estar con ella podía olvidarse por un rato de él.
-¡Qué bueno que lo mencionaste!- dijo emocionada, refiriéndose a su cumpleaños- estuve hablando con mis.padres sobre la posibilidad de pasar mi cumpleaños en la.casa que era de mis abuelos, la que está en el lago, aún no han dicho que si, pero estoy segura que aceptarán.
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Eres Mia [Terminada]
Hombres LoboCuando era pequeña, Camila, conoció a un chico. Él siempre estaba ahí para ella, asegurándose que sonriera y que nadie la molestara. Estaban tan aferrados el uno al otro que cuando se fue, Camila quedó a la deriva. Años después el regresó, pero...