Capitulo 32

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Capitulo 32

Cameron siseó mientras limpiaba la mordida de su brazo, escocía bastante. Su organismo se curaba más rápido que él de un humano, pero de todas formas necesitaba desinfectarla para ayudar a que sanara.

Su descuido le había salido caro. El ruido de costillas quebrándose lo había hecho aflojar el agarre que tenía sobre el lobo. No le gustaba lastimar a uno de los suyos, pero estaba fuera de control y había dejado claro que no dudaría en lastimar a Camila.

Camila, pensó con un suspiro.

Miró hacía la cama en la que descansaba, aún tenía los ojos firmemente cerrados, su cabello rojo estaba desparramado sobre la almohada. Se había desmayado después de verlo transformarse, hubiera preferido que no lo viera en aquella situación, pero era más fuerte en su forma lobuna.

Después de transformarse le fue fácil deshacerse del otro lobo. Salió huyendo al notar que no tenía oportunidad contra él, era más grande y más fuerte.

Decidió llevarla a su lugar, dudaba que el lobo regresara, pero lo mejor era estar seguro.

Cerró el grifo que tenía abierto y apoyó y apoyó una gasa con antiséptico en la mordedura, tuvo suerte de que no le hiciera mucho daño.

Camila se removió en la cama llamando su atención, dejó las gasas sobre el lavabo y salió del baño para acercarse a ella.

— Hey — susurró al verla intentar abrir los ojos.

Camila pestañeó varias veces intentando aclarar su visión, la luz del techo le molestaba, veía todo borroso. Su boca se sentía pastosa, movió la lengua varías veces intentando humedecerla, necesitaba un poco de agua.

Cuando logró abrir los ojos del todo, soltó un jadeo y se encogió en la cama al ver la figura de Cameron cerniéndose sobre ella. Tragó saliva sorprendida y se atoró provocando que soltara una tos seca, nerviosa miró a los lados dándose cuenta que no estaba en su habitación.

— ¿Dónde estoy? — preguntó apoyándose en los codos sin dejar de inspeccionar la habitación.

Las paredes eran de madera, de troncos para ser más exactos, no reparó mucho en la decoración. Había papeles y ropa tirada por todas partes, además de cajas de pizza sobre una mesa.

— En mi cabaña — respondió con una sonrisa que esperaba fuera tranquilizadora.

Camila asintió pensativa. Se sonrojó al darse cuenta que tenía el torso desnudo, sus músculos fuertemente definidos estaban descubiertos, brindándole un espectáculo. Bajó la mirada apenada.

Cameron chasqueó la lengua y se estiro por una camiseta al notar la vergüenza de ella. Se había quitado la que tenía puesta porque estaba arruinada.

Los recuerdos de lo que había sucedido destellaron en la mente de Camila.

Cameron era un licántropo

De alguna extraña forma aquella información no la atemorizaba, como debería de ser. Se sentía cautelosa, si, pero no sentía miedo, pasado el shock inicial de verlo convertirse en una bestia, ahora estaba tranquila con la idea.

Tal vez era por el hecho de que la había protegido del otro lobo, dos veces. Primero en el bosque y después en su casa. Estaba agradecida por lo que hizo, además de que estaba claro que no tenía intención de hacerle daño como ella tontamente pensaba.

Sin embargo, tenía preguntas. Muchas.

— ¿Quieres un poco de agua? — le ofreció sobre su hombro. Parecía que le hubiera leído la mente, asintió.

Eres Mia [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora