Epilogo

8.4K 338 42
                                    

Epilogo

— ¿Estás segura que es lo que quieres hacer? — le preguntó Cameron, mientras la veía empacar sus cosas.

Camila asintió, no quería pensar demasiado en el asunto, ya lo había hecho.

Su madre había aceptado, lo que le resultó algo increíble, creyó que se mostraría más reticente a permitirle atravesar el océano para encontrarse con una familia que no conocía. Pero para su sorpresa su respuesta había sido alentadora, después de una breve investigación y largas conversaciones telefónicas con su familia paterna, compraron el boleto a Irlanda.

Aún le costaba creer que pasaría las vacaciones de invierno en otro continente, con personas que no conocía. Pero era lo que necesitaba, desconectar de todo.

Si bien era consciente, que sus problemas la perseguirían a donde fuera, al menos no estaría expuesta ni se vería obligada a enfrentar una situación que era como una bomba de relojería. Esperaba que su visita en Irlanda la ayudara despejarse y sobretodo conocer su historia que aun era una nebulosa.

— Si, tranquilo. No planeo arrepentirme cuando estemos a mitad del vuelo, si no lo hizo la abuela cuando mencionó que me llevaría a conocer a todos en la manada, no lo hará nada.

— Tengo que estar de acuerdo contigo en eso — respondió haciendo una mueca.

Camila esbozó una sonrisa, que no le llegó a los ojos. Últimamente no recordaba muchos momentos de risa, desde que todo explotó aquel día en el restaurante había estado apagada la mayor parte del tiempo.

Estuvo sumida en un llanto que parecía no acabar durante casi una semana, se ausentó de la escuela con la excusa de estar enferma. Lo que no había sido del todo mentira, realmente se sentía destruida. Julieta había sido la encargada de mantenerla al tanto de la escuela, incluidos los chismes. Le estaba agradecida, pero no escuchó ni una cuarta parte de lo que salía de su boca mientras la acompañó.

Lo que captó su interés, fue cuando se le escapó que Aaron había golpeado a Will. Al parecer, su amigo lo había enfrentado a mitad del almuerzo cuando lo vio hablando con Hannah. No pudo averiguar qué fue lo que sucedió a continuación, solo que terminaron a los golpes.

Cuando escuchó lo que había sucedido su corazón se estrujó, no sabía cómo sentirse, pero de todas formas le dolía pensar en que Will sufriera.

¿Había un culpable?

Había repetido esa pregunta una y otra vez. Parecía egoísta hacerlo, culpar a Will por no poder estar juntos. Era fácil achacarle la responsabilidad de todo a él, responsabilizarlo por su dolor haría fácil odiarlo. Pero la realidad era que lo amaba, y ese hecho hacía imposible la tarea de odiarlo y peor aún de olvidarlo.

Era tan extraño, estaba a su alcance, pero a la vez no.

Era como una marca, sentía que había una gran cruz sobre él, una barrera pesada entre ambos que evitaba que pudieran estar juntos. Una distancia imaginaria, que era equivalente a la mayor distancia en la tierra.

Los aspectos referidos a los cambiantes, como decía su primo, eran aún desconocidos para ella. No estaba del todo consciente de su alcance, pero después de hablar con Cameron lograba comprender ciertas cosas con mayor claridad.

Y algo que le había quedado perfectamente claro, era la trascendencia de los Mates.

No la sorprendió al información que obtuvo de él, sino que reafirmó y terminó de asentar el hecho de que ella y Will jamás podrían estar juntos, tener un futuro.

No solo se trataba de tu alma gemela, una pareja ideal. Sino que implicaba una devoción, que de solo imaginarla, le daban ganas de llorar. La conexión entre parejas les daba una intimidad que ella solo podría soñar.

Cuando Alicia había dicho que Will no la sentía, no había entendido que se refería a sentirla literalmente.

Se supone que cuando dos personas están destinadas, el cambiante es capaz de sentir a su pareja. Puede sentir los pensamientos de su pareja, así como los latidos de su corazón e inclusive las emociones que está sintiendo.

El conocimiento de lo detalles, solo había contribuido a tomar la decisión de marcharse. Esperaba que la distancia, esta vez, tuviera el efecto esperado.

Camila cerró la valija, luego de guardar lo último que planeaba llevar y caminó delante de su primo para salir de la habitación.

Irlanda la esperaba.

Pues muy bien, aquí el epílogo.

Cortito, lo reconozco, pero necesario para continuar con la historia.

Aviso que ayer subí la portada, para que puedan ir agregando la segunda parte a su biblioteca, en minutos subiré el prologo y espero que mañana ya tenga el capítulo uno fresquito para subir.

Les dejo la portada ¿No quedó divina? Yo la amé, decidí continuar con la estética de la primera.

Les dejo la portada ¿No quedó divina? Yo la amé, decidí continuar con la estética de la primera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eres Mia [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora