13 años de edad
― ¡Déjame sola! ― gritó Camila, soltándose del agarre que tenía Will en su brazo, caminó dando grandes zancadas.
Estaba dolida, pero sobre todo furiosa, quería golpear a alguien, más específicamente a cierto niño castaño.
― ¡Camila! ― soltó el chico trotando para alcanzar a Camila, quien al ver el comportamiento de su amiga había quedado parado en medio de la vereda.
Estaba desconcertado, no entendía porque su chica había actuado así, con el ceño fruncido pensaba qué pudo haber ocasionado su malestar.
― ¡Deja de seguirme! No quiero volver a verte― aquella declaración fue como una patada en el pecho. Sintió que le faltaba el aire.
Desesperado Will se posicionó frente a Camila, quien se negaba a mirarlo, y la tomo por lo hombros.
―No hablas enserio― murmuró intentando mirar los ojos que la pelirroja se negaba a mostrar― Camila, no hablas enserio ¿Verdad? ―esta se mantuvo en su posición, con la cabeza gacha y con expresión molesta en su rostro.
― ¡Te dije que me dejaras en paz! ―quitándose las manos de encima, la pelirroja reanudo su andar. Rápidamente Will no al dejó continuar y nuevamente se posicionó frente a ella.
― ¿Me puedes decir qué te pasa? ―sin evitarlo Will dejó entrever el dolor que sentía en su tono de voz.
―Tu bien sabes qué me pasa―murmuró Camila viendo a los ojos a Will, este al ver lo que la mirada de su chica transmitía se sintió fatal. Tenía los ojitos tristes y su boca intentaba disimular el puchero que inevitablemente hacía cuando lloraba.
―No me mires así Pecas― Y sin contenerse la atrajo a su pecho y la abrazó, ella acostumbrada a que este la consolara se dejó abrazar, y olvidando que el era el causante de su tristeza, enterró su cara en el pecho del chico y lloró.
Dejó caer las lágrimas que desde el recreo deseaba soltar y había contenido valientemente durante todo el día.
Will sintió su corazón contraerse al escuchar los sollozos de su chica, sobó su espalda como solía hacer, para reconfortarla y dejó besos en su cabellos.
― ¿Qué pasa Pecas? ―murmuro contra sus cabellos pelirrojos ― ¿Por qué llora mi chica?
―Yo no soy tu chica...―Fue solo un murmuro, casi inaudible, pero Will lo había escuchado perfectamente
― ¡Si lo eres!
―No, no lo soy ― de un tirón intentó soltarse, pero el agarre de Will era más fuerte que antes, estaba enojado porque ella negara aquello.
― ¡Lo eres!
― ¡No!
Estaban en una extraña posición, Will la tenia sujeta por la cintura, por lo que se mantenían unidos por la parte baja de sus cuerpos. Mientras que su parte superior se encontraba lo más apartada posible, Camila se hallaba arqueada para lograr poner distancia entre ambos.
― ¡Sí!
― ¡No!
― ¡Tu eres mía! ―Exclamo acercando su rostro al de ella y depositando un beso brusco. La pelirroja apartó el rostro rápidamente y sin demora pasó una mano por su boca mientras lo miraba con asco.
Will al ver aquello la soltó desconcertado, el rechazo de ella le había dolido, no entendía su comportamiento. La miraba con desconcierto y con la boca abierta por la sorpresa, no esperaba que limpiara su boca abiertamente, hasta el día de ayer había amado sus besos.
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Eres Mia [Terminada]
Người sóiCuando era pequeña, Camila, conoció a un chico. Él siempre estaba ahí para ella, asegurándose que sonriera y que nadie la molestara. Estaban tan aferrados el uno al otro que cuando se fue, Camila quedó a la deriva. Años después el regresó, pero...