Eres Mia [Terminada]

Capitulo 31

Maraton 3/3

Las adoro!

— ¡Will! Baja que nuestros amigos están llegando — Llamó su madre desde el final de las escaleras.

Will asintió, aunque no podía verla, y pasó una toalla por su cabello mojado. Acababa de salir de la ducha, buscó ropa limpia y se vistió sin prisas, escuchó la puerta principal abrirse y el ruido de voces.

Lanzó un suspiro, lo último que le apetecía era estar de sociales. Contaba los minutos para que la noche acabara, apenas terminarán de comer se subiría a su camioneta y conduciría a casa de Camila.

Esbozó una sonrisa al recordar su sesión de besos después de la escuela. La boca de ella tenía algo que lo hacía adicto, tenía una boquita que lo volvía loco.

Se puso las zapatillas antes de salir de su habitación. Si demoraba mucho más su madre no tendría inconveniente en subir a buscarlo, como si aún fuera un niño pequeño.

En las escaleras se topó con Alex, se detuvo junto al barandal y cruzaron miradas, su hermano levantó la barbilla desafiante. Decidido a no hacerle caso, dejó de mirarlo y continuó su camino, bajando los escalones de dos en dos.

Puso una sonrisa falsa en sus labios antes de entrar a la sala.

— ¡Will! — su madre dijo su nombre cuando lo vio, asintió en su dirección y se acercó a los invitados.

— Llevaba tiempo sin verte muchacho — saludó la señora Graham.

Los invitados de sus padres era la familia Graham.

Eran muy amigos de sus padres, solían vivir en su territorio, pero se fueron casi al mismo tiempo que ellos, porque su hija mayor se había emparejado con uno de los cargos de confianza de otra manada.

A diferencia de la suya, aquella manada era de tradiciones antiguas. Tenían una casa principal en la que vivían el Alfa de la manada, algunos de sus cargos de confianza y lobos que aún no estaban emparejados. No era lo usual, sin embargo, cada manda era gobernada de manera diferente.

La manada de él, estaba liderada por su padre. El mando ha estado en su familia por generaciones, pertenecían a un largo linaje de Alfas. Su manada no era tan estructurada, como a la que pertenecían los Graham, las familias vivían por su parte. Aunque debían respetar las decisiones de su padre en cuestiones referentes a la manada.

— Es verdad — respondió Will estrechando su mano. Llevaba algunos meses sin verlos, la última vez fue en su cumpleaños.

Saludó al Señor Graham con otro apretón de manos, este un poco más firme.

— ¿Todo bien Will? — saludó Lía al lado de su madre.

Will le sonrió sincero y se acercó a darle un abrazo.

La conocía desde que eran pequeños, se conocieron en una de las fiestas que celebraban entre las manadas. Solían escaparse a comer dulces al jardín cuando nadie estaba observándolos.

— Will — Llamó su madre. La miró sobre su hombro — Acompaña a Lía al auto, su madre trajo algunos pasteles para el postre.

Asintió y le hizo un gesto con la barbilla para que salieran. Ella asintió y se puso de pie siguiéndolo.

— ¿Qué hacen aquí? — preguntó cuando estaban afuera.

— Vinimos de visita. Mi madre no ha dejado de hablar de visitarlos desde que se enteró que han vuelto — explico metiendo las manos en los bolsillos de sus Jeans — ¿Qué tal Europa?