Eres Mia [Terminada]

Capitulo 43 (Final)

@paz_amor dedicado a ti amiga!

Me inspiré en la canción que les dejé, si quieren la experiencia completa denle play mientras leen.

Capitulo 43

— Juro que si le pasa algo no te lo voy a perdonar...— la advertencia estaba intrínseca en sus palabras. Alicia se encogió en su lugar al escucharlo, pero no porque estuviera asustada.

Sabía que esto había sido su culpa y que no iba a terminar bien.

Se hizo a un lado y dejó entrar a su hijo. Con un movimiento brusco, Will, empujó la puerta, abriéndola más ampliamente. Estaba furioso.

Su cabeza era un revoltijo, sentía que su peor pesadilla había cobrado vida y esta vez no perdonaría a su familia por entrometerse en su vida. Cuando su madre lo había llamado para contarle lo sucedido, no le dio tiempo a que se explicara, antes de soltar su teléfono y correr hasta el restaurante.

Pasó por al lado de su madre y con los ojos frenéticos recorrió la habitación buscando dónde estaba Camila. Cerró los ojos con alivio al verla tendía a lo largo del sofá, que había a un lado de la oficina. Aunque solo se calmó al ver que su pecho subía y bajaba con da respiración que daba.

Sin embargo, ese alivió duró muy poco. No estaba seguro de lo que había sucedido para que se hubiera desmayado, pero se hacía una idea.

Con pasos lentos se acercó a donde estaba, se detuvo cerca de su rostro y se dejó caer de rodillas para estar a su altura. La miró casi con reverencia, su mirada era torturada, estaba tan cerca de él...

Sintió crujir la madera y volvió la cabeza hacia donde había provenido, se encontró con la espalda de su madre que salía de la oficina. Así lo prefería él. Con la privacidad que ahora tenían dejó de estar de rodillas y en su lugar se sentó en el suelo, recostando su rostro a un lado del de ella.

Su aroma inundó sus sentidos, calmándolo instantáneamente. Cerró los ojos y aspiró una bocanada, amaba su dulzura, solo con ella era capaz de sentir paz hasta en los momentos más turbulentos y caóticos.

Camila era lo que él quería y siempre quiso, era su mejor amiga, la persona con la que quería compartir las cosas felices que le sucedían. También era en quien pensaba cuando tenía problemas, sabía que hasta el desastre más grande sería posible de arreglar cuando veía su rostro o escuchaba su voz.

Sintió el latido de su corazón, amando el sonido, era lento y acompasado. Envidiaba la calma en la que estaba sumida por estar dormida.

La vio mover la cabeza, dejándola en un ángulo que expuso su cuello, su aroma se hizo más fuerte para él. Tenía un acceso fácil desde donde estaba sentado, trago duro al ver la piel nívea y libre de imperfecciones, casi podía sentir su sabor. El recuerdo de sus labios sobre su piel cálida estaba grabado a fuego en su memoria.

La tentación era muy fuerte, tanto que no pudo evitar acercar su rostro a ese punto dulce debajo de su oído, aspiró profundamente llenando sus pulmones de su aroma. La sensación de su piel suave contra la de él era perfección.

Arrastró la punta de la nariz por la longitud de su cuello, recorriéndolo también con su mejilla. Era como un cachorro que no quería alejarse de su humano, en cierta medida su bestia estaba marcando su olor en ella.

Repitió el movimiento un par de veces antes de detenerse. Solo lo hizo porque notó como la respiración de Camila había cambiado, al igual que el latido de su corazón. Cerró los ojos con fuerza y maldijo entre dientes, no había sido su intención pero la había despertado, la aspereza de su barba seguro había tenido algo que ver.