Capitulo 7

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―Pecas... ―fue lo último que dijo Will mientras observaba como su chica se alejaba herida, se sentía como un imbécil por haberle causado aquel dolor.

Lo último que Will quería era lastimarla, no planeaba besarla, solo que al verla no pudo evitar probar aquella boca que tanto lo tentó cuando pequeño y que ahora de grande, lo seguía haciendo.

Maldijo y pasó una mano por su cabello, despeinándolo en el proceso. Quería correr y disculparse. Quería abrazarla y que llorara en su pecho, quería ser el que la consolara y limpiara sus lágrimas como hacía en el pasado.

Moría por volver a tenerla entre sus brazos, el beso de recién no había sido suficiente para disipar el anhelo que sentía por ella, solo lo había empeorado. La deseaba más que antes si era posible, durante años se aferró al recuerdo de ella con 14 años y ahora que había visto en la mujer que se estaba convirtiendo no sabía qué hacer.

Seguía amándola, la quería igual que antes, el tiempo que estuvieron alejados no logró destruir lo que sentía por ella.

―Bien hecho hermanito― dijo con burla Alex, quien había presenciado el intercambio de ambos.

― ¡Cállate! ―gritó enfurecido, Will no estaba para que su hermano fuera condescendiente con él. Su familia no lo entendía, en gran medida le echaba la culpa a ellos de que no pudiera estar con Camila.

―Sabes que es lo mejor...

Will cerró los ojos, agachó la cabeza e ignorando las ganas de ir tras ella, resistió el dolor que sentía en el pecho. Era lo mejor, por más que ambos sufrieran, nadie merecía el dolor que provocaría estar juntos, principalmente Camila.

                               🌇🌅

El lunes Camila había postergado todo lo que pudo levantarse de la cama, pero por más que se empeñara en permanecer en ella debía levantarse.

Hoy había escuela y al día siguiente también y así sucesivamente, era idiota postergar algo que iba a suceder de todas formas.

Luego de haberse encontrado con Will había llorado, había llorado durante horas. Lloraba por sus palabras crueles y por la confirmación de que lo que sea que habían tenido en el pasado ya no existía, había terminado.

Quería olvidarse de todo, pero el beso de ayer la mantenía envuelta, luego de tanto tiempo se había sentido glorioso volver a probar sus labios. Tanto que sin sentir timidez lo había acercado a ella para continuar aquel beso, creía que tras esa intimidad vendría una explicación y todo volvería a ser como antes.

Pero en contra de todo pronóstico, fue un imbécil y sus palabras solo lograron romperle más el corazón. Aun así, sabiendo que no volvería a ser como antes seguía rememorando el beso de ayer, como se sintieron sus labios, lo delicioso que sabía su aliento, la textura de sus labios suaves sobre los suyos. El calor y el confort que le brindaban sus manos.

Lo peor, fue que sintió aquella conexión de siempre al pegar sus frentes.

Quiso verse diferente hoy en la escuela, por lo que se vistió con sus mejores jean, unos que eran más ajustados que los que usualmente usaba y se colocó una blusa, sencilla pero femenina, de color marfil que le sentaba bien.

Su escuela era pequeña por lo que la transferencia de un alumno, era noticia, al menos por unas cuantas semanas. Por lo tanto, el primer día de Will iba a estar acompañado de chismes.

Camila estaba sentada en la cafetería de la escuela, junto a ella se encontraban Julieta y Aaron, que típico de ellos tras verse se zambulleron en una discusión sin sentido. Solo bastaron un par de palabras de parte del pelinegro para que la rubia saltara.

Eres Mia [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora