Eres Mia [Terminada]

Capitulo 21

13 años de edad

Camila estaba ansiosa por probar el pastel de cerezas que Alicia, la madre de Will, les había preparado para la merienda. Había querido probarlo apenas les sirvió, pero Will insistió a que se fueran a su habitación a merendar.

Subía las escaleras detrás de Will, quien se había encargado de llevar la bandeja con el pastel y y las bebidas ya que fue idea suya que subieran.

Dejó la bandeja sobre su escritorio y se tiró en su cama enfuruñado. Camila ajena al mal humor de su amigo, se acomodó en la silla que había cerca del escritorio y probó la tarta.

—¿Quieres que te alcance tu tarta?— le preguntó mientras escarbaba en busca de otro bocado.

La tarta de cerezas que preparaba Alicia era su debilidad, estaba segura que Will le había pedido a su madre que la hiciera, ya que el día anterior ella había comentado que le gustaría comer un poco.

—No— respondió seco.

La respuesta de su amigo la alertó de que estaba de mal humor. Se giró en la silla y fruncio el ceño al verlo serio.

—¿Te pasa algo?— insistió curiosa por saber que le pasaba.

—Estoy bien— mintió, lo que a ella no le pasó desapercibido.

—Aja, estas enojado — respondió conocedora.

—No estoy enojado— replicó sin mirarla.

—Está bien— dijo dándole la espalda al girar con la silla— creo que dejaré la tarta para otro dia y me iré hasta que se te pase el mal humor.

Él no dijo nada, por lo que se levantó de la silla y recogió su mochila del suelo.

—¿Por qué tienes que salir con él?— escuchó que le decía cuando llegó a la puerta.

Frunció el entrecejo confundida, no sabía de quién hablaba.

—¿De quien estás hablando?

—Sabes de quién estoy hablando— respondió rodando los ojos.

—¿Me acabas de rodar lo ojos? — soltó con una risa.

—Tal vez— dijo evitando reír — y no cambies de tema, sabes de quién hablo, del inútil de Aaron, pasaste el domingo en su casa jugando videojuegos y haciendo que sabe más con él.

Camila se sorprendió sabía que Will a Will no le agradaba mucho Aaron, se lo había dejado saber abiertamente más d e una vez, sin embargo, parecía que tenía un fijacion con él, no lo soportaba.

No se había dado cuenta cuando se lo comentó, pero al parecer no le había caído en gracia que hubiera ido a casa de Aaron el domingo.

—Aaron no es ningún inútil Will, ya te lo he dicho antes — le recordó soltando la mochila y recostandose al marco de la puerta — y salgo con él porque es mi amigo al igual que tú.

—¿Al igual que yo?— preguntó escandalizado.

—Si, al igual que tú, lo conozco desde la primaria, además tu te fuiste con tus padres de paseo el domingo, por eso acepté ir.

Si el hubiera estado seguramente habrían estado juntos, como solían hacer la mayoría de los fines de semana.

—El no es tu amigo igual que yo— se quejó

—Will ya hemos hablado esto, el es mi amigo, déjalo en paz, no se por qué no te agrada es super gracioso y le gustan las mismas películas y videojuegos que a nosotros. Si quieres puedes venir a ver la última de superhéroes con nosotros al cine el sábado — cuando terminó de hablar, él la miraba con la boca abierta y los ojos como platos.