Capítulo 42: Miles me cuenta un secreto

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Narra Astrid:

Por alguna razón, sentía que cuando hablamos con mis amigos, antes de que nos llamará la reina, sería la última vez que lo haríamos de aquella manera.

Miles y yo nos preparamos en absoluto silencio aquella vez. Él preparó sus armas, yo las mías y ambos fuimos a la sala del trono. La reina ya se había marchado cuando nosotros llegamos, por lo que la sala estaba completamente vacía. Nos colocamos en el centro de la sala, mirando hacia las ventanas enormes que había frente al Núcleo esperando a que el sol se pusiera, para lo que no faltaba mucho.

–¿Recuerdas a Matt?– Dijo Miles al cabo de un largo rato de silencio.

–Si, ¿por qué?

–Tengo que contarte algo acerca de él.– Dijo mirándome.

–¿Y qué es?

–Cuando él era pequeño, yo era su guardián. Y... su mejor amigo.

–¿Qué? ¿Y por qué no me dijiste nada?

–No lo sé... Él me contaba todo lo que le pasaba, lo de su madre... todo. Hasta que un día, el día de su décimo cumpleaños, pudo seguir viéndonos. Nosotros no sabíamos que hacer y la reina nos dijo que debíamos ignorarle y seguir con nuestro trabajo, que al final se olvidaría se nosotros.

–Pero no lo hizo.

–No.– Hizo una pausa.– De todos los chicos de Londres me alegro de que te cruzarás con él precisamente.

–Matt también se acordaba de ti. Estoy segura, por la cara que puso cuando viniste a verme.

–Yo también le reconocí, y sin embargo no me disculpé por... "olvidarme" de él.

–Pero nunca te olvidaste. ¿A qué no?

–¿Cómo iba a hacerlo?– Soltó una risa nerviosa.

Antes de que pudiera decir nada más, la noche cubrió Alora y a los pocos segundos, escuchamos los gritos de las Hadas Oscuras.

El fragor de la batalla cobro vida en las calles, mientras nosotros escuchábamos a salvo como nuestros amigos luchaban por su vida y por la de Alora. Me sentía culpable por no estar haciendo nada. Miré a Miles por el rabillo del ojo, le vi serio, implacable. No era el chico del que me enamoré hace años, pero seguía enamorada de él. El chico dulce, protector y sonriente que había sido Miles se había transformado en un chico serio, sin miedo y dispuesto a todo para proteger a su familia.

Esperamos escuchando la batalla sin que pasara nada en la sala del trono y al cabo de horas, Miles pareció respirar tranquilo.

–Puede que tuvieras razón, y no hiciera falta que nos quedasemos aquí.– Dijo. Estaba dispuesta a continuar con la conversación, pero antes de que pudiera, las puertas que había a nuestra derecha se abrieron de golpe y vimos a Discordia enfadada.

 Estaba dispuesta a continuar con la conversación, pero antes de que pudiera, las puertas que había a nuestra derecha se abrieron de golpe y vimos a Discordia enfadada

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La ultima guerrera de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora