Narra Astrid:
Despedirme de Miles de aquella manera me sentó mejor de lo que pensaba. La reina tenía razón, no pensé ni con calma ni con claridad hasta que Miles se marchó del todo.
Al día siguiente les conté a las chicas que iban a coronarme Guardiana Mayor y se pusieron como locas. La coronación era al día siguiente pero ellas se pasaron desde la tarde anterior preparándolo todo. Me hicieron un vestido entre las dos y cuando tuve que prepararme para la coronación, la reina me prestó uno de los aposentos del palacio y ellas me vistieron, me peinaron y maquillaron como si fuera una modelo Humi.
–¡Todavía me parece increíble que vayas a ser Guardiana Mayor!–Dijo Charity mientras terminaba de peinarme.
–Si, ya. ¿Pero no creéis que esto es demasiado?– Dije y Davina termino de abrocharme el vestido.– Casi no puedo respirar.
–Cariño, cuando se trata de belleza, nunca es demasiado. Para lucir hay que sufrir.– Dijo Davina.
–Es que no parezco yo.
–Porque a partir de hoy, serás una persona diferente.– Dijo Charity y después miró el reloj.– ¡Davina! ¡Tenemos que irnos ya si queremos coger buen sitio!
–¡Si, si! ¡Nos vemos luego, Astrid!– Dijo ella y ambas salieron corriendo.
Cuando me quedé sola, me miré en el espejo y me vi con aquel vestido, aquel peinado... definitivamente no era yo.
–No pareces contenta.
Mire a la puerta, que era donde había escuchado la voz y vi a Aries apoyado en el marco.
–Aries. ¿Qué haces aquí?
–Quería pedirte perdón por todo lo que te he hecho y dicho durante todos estos años. Quiero que seamos amigos.
–¿Amigos?
–Aunque si no quieres, no voy a insistir.
–No, no. Yo también lo siento. Supongo que... podemos ser amigos.– Sonreí.
–Guay.– Rió.– Cámbiate de vestido.
–¿Por qué?
–Porque no eres tú y lo sabes.– Dijo y se giró para marcharse.– Serás una buena guardiana.
–Nunca estaré a la altura de Moon.
–Aquella flecha...– Me miró por encima del hombro.– Pasó por delante de mis narices. Pude haberla salvado...
–No te castigues por eso. Discordia quería acabar con Moon y lo hubiera conseguido tarde o temprano.
–Pero si tan solo...
–Aries basta. Ya no podemos hacer nada. Debemos mirar hacia adelante, por mucho que duela.
–Gracias, supongo. Pero que sepas, que ahora serás mi Guardiana, y pienso protegerte ante todo.
–Gracias, es muy noble por tu parte.
–Lo sé.– Sonrió.– Y busca un vestido con el que seas tú misma.
Aries tenía razón. No podía empezar una vida pretendiendo ser alguien que no era, así que me acerque a uno de los armarios y busque algo hasta que encontré el vestido perfecto.
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La ultima guerrera de la luna
FantasySi creíste que el amor, el equilibrio, la justicia, la bondad, los sueños y la inteligencia eran cosa que nadie decidía, estabas equivocad@. Los guardianes nos ocupamos de inculcaros esos valores hasta los diez años, a partir de ahí es cosa vuestra...