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—Te voy a ser sincero Aurora, me atraes, me gustas no me eres indiferente en cuestión de mujer, me atrae desde que te vi y no quiero pretender querer venir hacerme tu amigo y morirme por dentro, me gustaría que lo tuvieras presente suelo ser muy sincero.

Eleve mis cejas y le mire un poco sorprendida por tan pronta declaración, ya era un hecho lo sentía, lo sabia ¿pero tan pronto? Sebastian salió muy directo punto a su favor. Me acomode mejor en la silla y apague el cigarrillo.

—Supongo que este es el momento donde te sonrío coqueta y te digo lo mismo que me has dicho —puse mis codos en la mesa que por fin recogieron los platos usados.

Sonríe y niega con la cabeza.

—No exactamente, debes sentirlo y desearlo pero escuchar que podrías darte una oportunidad conmigo y no me refiero a pareja de inmediato no se, amigos, conocernos, quizás, quién sabe el mundo da muchas vueltas —opto mi misma posición.

Eleve mis labios arriba. Sebastián de lejos se nota que es un hombre interesante cualquier mujer querría estar con el aunque hay algo en el que no me termina por convencer.

—Suena interesante, esta bien, acepto, amigos —estiro mi mano en una forma infantil, este sonríe y me hace el saludo.



...




La cena había terminado. La verdad reí mucho con él había llegado el momento de marcharme no le quería dar confianza, cada quien se fue en su auto y aquí estoy en mi dulce hogar, puse a sonar los mensajes dejados en mi teléfono de casa uno de mamá y otro de Nereida diciendo que había llegado bien. Me fui sacando la ropa mientras subía las escaleras y abría mi puerta de habitación, la deje en la canasta de ropa sucia y los zapatos digamos que los tire por algún lugar. Busque mi pijama y me la coloque. Me quite el maquillaje he hice una trenza en mi pelo, lave mis dientes y me senté en el piso de una esquina dejando que la lámpara de la habitación me iluminará, saque mis apuntes y revise mi agenda del día de mañana y me topé con aquella visita medicada de Esteban con su bebé cuando fueron a mi consultorio, hay estaban sus datos y él del bebé Gabriel. ¿Estarán bien? ¿Cómo la estará pasando? Supongo no es fácil ser un padre soltero ¿Cómo se sentirá esa pequeño sin sentir el calor maternal?. Entiendo que Nereida ayudaba en los días que paso aquí, el ya lo ha hecho solo pero quizás aveces necesite una mano.












Esteban


Enciendo la lámpara de la habitación y observo mi reflejo en la ventana de la noche no estoy loco y mucho menos alucinando. La escuché perfecto lo pude sentir, lo se, era ella quien me hablaba, su voz sonaba triste. Como extraño escucharla como cada día, me cruce de brazos y cerré los ojos, me subí a la cama quedando dormido.

—No me gusta el Esteban que veo ¿porque estas así?. No permitas que el dolor te corrompa, eres pura luz solo búscala esta dentro de ti, se feliz, vendrán muchas cosas maravillosas para ti pero estas atado a la nada y te empeñas en no soltarla —su voz sonó suave estaba enfrente mio, se acercó y acaricio mis mejillas que ya estaban teñidas de lágrimas.

—Te extraño —fue lo único que pude decir con tanto nudo dentro.

Sonrío y me miro a los ojos triste.

—No es que me extrañes solo estas asustado crees que si te propones ser feliz estas cometiendo un delito, mi amor —se separo de mi.

—No me pidas eso —agarre sus manos.

—Me espera un lugar maravilloso, deja que me marche, yo cuido de nuestro hijo desde dónde me encuentre, siempre será así, jamás me apartaré de él, cuidando como hasta ahora lo has hecho, eres el mejor papá soltero y el mas guapo de todos —me sonrío.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora