|•54•|

27.2K 1.3K 37
                                    








Tiro el teléfono en la cama caminando de un lado a otro pasando las manos por mi rostro frustrada, cansada de marcarle a Esteban y que me salga el buzón. Salgo de su habitación a la del niño, aun duerme, eso me tranquiliza. Han pasado dos horas y aun no vuelve, las doce de la madrugada.

¡¿Donde te metiste Esteban?!.

Camino a la cocina por agua me siento la garganta seca. Me duele la cabeza, me siento en la barra con las manos en la cabeza. Escuchó la puerta abrirse me pongo de pie tan rápido que siento que me caería corriendo a la sala. Su cara no dice nada bueno me lanzó a su cuerpo abrazándolo fuerte pasando mis manos por su cuello y lloro sin darme cuenta. Me separa un poco de él pasando sus pulgares en mis mejilla.

—No llores por favor. Aquí estoy, si.

—¡Por dios me tenías muy preocupada! —me separe mirándole de arriba abajo pasando mis manos por su rostro frío.

—Ya estoy acá es lo importante, si —me abraza fuerte. —No me gusta que llores. ¿Porque llorabas? —me desconcierta su pregunta. Me separo para mirarlo a los ojos buscando alguna razón de aquello. Iba a responder pero me toma de la mano haciéndome sentar en el sofá con él.

—No saben ningunos del auto, estoy desesperado Aurora, invertí mucho, aparte que el auto es para unas de las personas con mas influencia en el país.

Se pone las manos en la cabeza respirando pesado.

—No te pongas así mi amor, mira puede que no haya venido en ese barco o que haya sido un error y sea que venga luego y ... —me abraza fuerte sintiendo su respiración en mi cuello.

—Gracias por estar acá amor ¿se durmió Gabriel?.

—Si, jugamos un rato pero luego se durmió, ven conmigo —vamos a la habitación, lo hago sentarse quitándole los zapatos, la camisa y su cinturón. Lo hago acostarse por completo. Intentaré darle un mensaje y que duerma aunque estoy disimulando también estoy preocupada, ya pertenezco en su vida y no me gustaría que le estén jugando sucio en su negocio y lo peor no se como ayudarlo. Voy a su baño y saco crema de olor suave. Cierra los ojos, la esparzo en su pecho sentándome en su cadera pasando mis manos con delicadeza con la crema desde sus hombros hasta su cadera. Sube sus brazos por detrás de su cabeza mirándome con sus ojos llenos de brillo.

—Estoy aquí —susurro elevando mis caderas impulsándome adelante y arriba para darle un beso en sus labios.

—Gracias. Supongo que mañana tendré respuestas.

—Y no solo te quiero. Yo te amo —me mira a los ojos con una sonrisa pero no dice nada, disimulo y continuo pasando mis manos no debiste decirlo Aurora es muy pronto ¡que mas da si yo lo siento!.

Me detiene las manos y le miro pero reacciono alejándome poniéndome de pie, poniéndome un dedo en la frente disimulando rascarme pero no es así. Voy a ver a Gabriel, abro la puerta. Pero se pone de pie rápido.

—¿He a donde vas? —me toma del brazo pegando me a la pared cerrando la puerta, intento no mirar sus ojos mientras el busca mi mirada.

—No debí decirte eso, lo siento, no, no lo siento en realidad porque es la verdad, si aún no sientes lo mismo yo lo comprendo.

—Aurora para de hablar un momento que hablaste rápido que no entendí —se ríe en mi cara. —¿Sabes porque no respondí de una vez que también si Te amo? Porque me sorprendí a mi mismo en una nueva vida y todo me paso delante de mis ojos, he vuelto a amar y con mas fuerza, con mas entrega. Todo lo que sufrí fue como que nunca me paso, Yo te amo Aurora mucho mas de lo que te puedes imaginar, todo lo que creí que nunca seria capaz de volver ha hacer lo he superado y mírame ahora te estoy diciendo mirándote a los ojos ¡Que te amo! —me quedó mirando sus ojos para luego besarlo.

—Te amo —vuelve a repetir separándose de mis labios.

—También Te amo —me echo a reír junto con él.




...


Duerme tan bonito, me da la espalda y la acaricio con mis yemas, me pego de él pegando mis senos desnudo en su espalda. Acaricio su pelo. Ya son las seis de la mañana y desde las cinco no he dejado de pensar en que tengo que ir a hacerme los exámenes pero no quiero dejar a Esteban sólo y más con todo lo que le está pasando. Aparte tengo trabajo en la tarde, hay dos partos donde tengo que estar presente a las pediatras también nos toca esto.

Se da vuelta con los ojos cerrados acercándose hasta dejarme besos en las mejillas, barbilla, cuello y labios, también le bese.

—Tus senos hacen cosquillas en mi pecho cuando te mueves —abre los ojos sonriendo. Paso mis manos por su rostro haciéndome reír por la cara que puso.

—¿Que harás hoy? —me pregunta abrazándose mas a mi.

—No, ¿que harás tu mejor? —pellizco su nariz con lunares.

—Me dijiste anoche que trabajas es en la tarde hoy y me gustaría ir a resolver lo de la empresa ¿No hay problemas verdad?.

—No, no claro que no.



...


Esteban

Trato de pensar en que le pudo pasar al auto, estos embarques son muy seguros y cuidadosos y confió plenamente en mi equipo de trabajo. Beso las mejillas de mi hijo que agarra con sus manos su biberón y bebí jugo mientras Aurora desayuna en silencio algo le pasa.

—¿No confías en mi? —capto su atención de inmediato.

—¿Porque lo dices? —se pone seria.

—Entonces porque no me dices que te pasa, estas muy pensativa.

—No es nada de verás.

—¿Segura? —asiente. Mirándola bien le quedó genial la camisa blanca, tiene arte para el diseño, se la puso como vestido, se ve tan hermosa así sin maquillaje.




...


—Señor lo poco que hemos averiguado es que los encargados de traer el auto a tierra juran haber traído el auto, tienen la firma del que recibió, se presento como su familiar lo que paso es que el embarque llego antes de tiempo y no lo supimos señor —me siento de mala gana en la silla de mi oficina mientras los encargados de recibir me dicen estas estupideces.

—¿Y ustedes para que están? ¿Acaso no es este su trabajo? Informarme de todo, estar antes de que lleguen la mercancía —golpeó la mesa, estoy enojado.

—Lo sentimos señor pero le recuerdo la buena noticia, esta la firma del que lo recibió.

—Quiero el nombre y la persona hoy mismo aquí o donde sea involucren a la policía si es necesario.

—No hará falta querido amigo ... Esteban Ramirez ¿No?...

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora