Papá soltero

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Me separo de ella un poco aturdido y cargo a mi hijo en brazos que sigue llorando, todo esta mas oscuro. Camino por el pasillo y llegue a la cocina, recuerdo que deje el celular en el auto y no podre poner la linterna.

—Aurora —la llamo un poco incomodo y aparece a mi lado evitando mi mirada. —Mira en la cuarta gaveta de la mesita de la repisa ahi velas. ¿Cres poder traer una y encenderla?.

—Si.

Volvió con ella en mano, son largas, la encendió con un encendedor color turquesa y dos iniciales A&C. La dejo en el desayuno y en silencio me ayudo a preparar un biberón, Gabriel ha hecho silencio pero esta inquieto, lo llevo envuelto en su manta. Me paso la leche y me senté en una silla, mi pequeño lo agarro con ambas manos y ansioso se término la leche y se quedo dormido en mis brazos, me quedo un rato con el en brazos acariciando su rostro.

Gire mi rostro y esta con los codos apoyados en el desayunado, con el rostro de lado y los ojos cerrados, la luz de la vela le da directo al rostro permitiéndome dar cuenta de cada forma y definición, soltó un bostezo, abrió los ojos he intento disimular estar mirando a otro lado, me puse en pie y camine a su habitación dejándolo en su cuna, cerré su puerta con cuidado.

Su rostro esta apoyado con sus manos en la mesa, tiene los ojos cerrados, me acerco despacio.

—Hay una habitación libre —hable para ella, abrió los ojos y se puso en pie.

—Deberia irme —Paso unos mechones por sus orejas.

—Afuera esta aun lloviendo mucho, puede descomponerse su auto, como me paso a mi —odio esta parte donde intento que la persona no haga algo tonto viendo la realidad de las cosas.

—Tienes razón —agacho un poco la mirada.

—Acaso tienes miedo de mi, prometo no volver a besarte.

Aurora

El corazón quería salir de mi pecho jurado que si.

—Acaso tienes miedo de mi, prometo no volver a besarte.

No supe como responder a eso, se acercó a mi. Mi cuerpo no reacciona Gabriel por que no lloras. ¿Acaso tu quieres que llores? ¡No! Cogió un mechón de mi pelo y jugo con el, sentí como su rostro de acerca al mio y termina fundiendo sus labios en los míos, me arrincona en la mesa, me aprieta de la cintura a su cintura, moviéndose despacio, mordía y acaricia mis labios con su lengua, su labio inferior termina entre los míos, entre abrí los míos y dejo salir un gemido sobre los suyos. Esteban es todo un experto en besar. En busca de mas, paso una mano por su nuca, no pude evitar estremecerme y gemir cuando sentí como mordió mi labio inferior al tiempo en que su miembro roza mi intimidad que Palpita. Estoy hecha fuego no quiero que pase algo de lo cual el mañana haga como si nada o no quiera volver a verme o quizás pague yo las consecuencias alejándome del pequeño, sentí como gimió en mis labios cuando moví despacio mi cintura. Excitada, excitada estoy, me separe despacio viendo fijamente sus ojos.

Se alejó de mi apoyándose de las manos y codos enfrente mio de la mesa ya un poco mas alejado, mientras miradas cargadas de deseo, lujuria y...

—Lo siento —soltó de pronto.

Me confunde su manera y cambios, su forma de ser pero aquel lo siento no sonaron para mi, sonaron como cuando se lo dices al viento o a un recuerdo que pasa o paso por nuestras mentes.

—¿De que estas hablando? —no pude evitar pregunte.

—No debí haberte besado, yo lo hice. Soy un hombre viudo que aun ama a su esposa muerta Aurora y antiguamente jamas utilice una mujer para saciar quizás mis deseos y... No olvides esto que te diré quizás jamás se vuelva a dar esta conversación entre usted y mi persona. Pero no soy hombre para volver a construir una relación estoy consumido por mi pasado y no me apetece que usted sea una mujer de cama, es maravillosa, hermosa, inteligente, cautiva con su mirada y... Yo no podría estar con...

—Yo no he dicho lo contrario, no le estoy diciendo que seas algo o que vaya a pasar algo mas allá ni tampoco se le dará inicio a otra cosa y se que ...

—Se porque se lo digo Aurora, se lo que se está empezando a sentir desde que usted entro por esa puerta aquel día ¿lo recuerda? —sus ojos de mar me miran fijamente y puedo ver dolor.

Niego con la cabeza me sentía enojada.

—Solo fue un beso estará olvidado mañana —mire otro lugar me sentía avergonzada conmigo misma.

—Para mi no estará olvidado.

—¿Quien lo entiende? Me dice una cosa ahora y luego otra —me sentía muy mal quiero salir de este lugar.

—¿Que sientes por mi Aurora? —Aquella pregunta fue como un balde de agua para mi mente, cuerpo y corazón... Me quede estática. ¿Qué sientes por Esteban? Siento muchas cosas pensándolo bien, su mirada, cada rose, cada gesto, cada sonrisa escondida, cada palabra, cada momento compartido, cada saludo, cada instante de él es maravillo para mi y... Sentimientos de nerviosismo y dolor cada vez que siento como me palpita el corazón por él  ...yo... Lo sabia lo he sabido todo este tiempo pero por respeto a él, a su hijo, a su esposa, nunca deje ni permití darme a mi misma cuenta que ya tengo sentimientos por él si... No puedo permitirme sentir nada.

—No siento nada por usted que no sea aprecio y cariño como el que siento por su hijo.

La vela baila con el aire que se cuela por la casa y alumbra su rostro suavemente, sonríe con dolor y bajo su mirada.

—Le diré lo que yo siento Aurora. Usted desde que llego sólo ha traído paz a mi casa, a mi hijo y a mi, su sonrisa, su mirada, su manera de ayudar, de preocuparse, de hacer que los demás vean la vida como algo maravilloso, su voz, lo hermosa que es, su atención, usted me hace sentir yo, con usted soy diferente, he olvidado mi dolor, me reclamo cuando me doy cuenta que río libremente y luego recuerdo que la mujer que ame... Esta muerta, digo ame, por que ya no estoy seguro si lo que siento es eso, es solo dolor de saber que alguien que perteneció a mi vida ya no esta. Usted me hace olvidar todo, me haces sentir vivo, cuando te veo como lo abrazas, como juegan, como ríen, cuando me tocas, cuando me hablas, desde la primera mirada Aurora usted ha cambiando mi vida, me haces completo, haces que me sienta feliz de pensarte —estoy sorprendida no se que decir o hacer, hizo una pausa y volvió a mirarme a los ojos.

Volvió hablar.

—Podría enamorarme de usted con facilidad Aurora pero estoy seguro que no querrá ser la otra de un fantasma —me miro fijamente.

—Esteban yo jamas quise venir y causar quizás algo mal para ti, pido me disculpe si he hecho algo que incitara a todo lo que me ha dicho, yo jamás ocupare el puesto de su esposa, ese no es mi deseo.

—No has hecho nada malo, al contrario es que Aurora, me gustas, me da miedo sentir amor, sentir lo que una vez ya sentí, pero no quiero que te alejes, por favor, sólo te pido eso.

—Aquí no pasará nada aunque me llagase a morir por ti.