|•66•|Hormonas

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Esteban


La observo en silencio mientras se sube la camisa mía holgada que lleva puesta. Acaricia su barriga despacio permitiéndose llorar mientras sonríe con amor a la misma vez y le habla con ternura, siento mis ojos humedecer pero la dejo tranquila que se desahogue como ha echó desde que supimos la gran noticia. Tres semanas han pasado y sigue tan emocionada con cada cosa. Pero también ha estado muy sensible. Es hermoso verla de esta manera. Estamos ahora cargando cosas de poco a poco, las que vamos comprando para la casa. Se para delante del espejo del armario que puse en nuestra nueva habitación, se pone de lado mirando que aun no se forma nada, aparte por tener el abdomen pequeño.

—Te vez tan hermosa —salgo de mi escondite mirándola, poniéndome detrás suyo poniendo mis manos en su barriga.

—Siempre estoy llorando, perdón —le sonrió para que este tranquila.

Ahora es su costumbre pedir perdón por todo. No sabiendo que adoro verle de esta manera.

—No digas eso corazón —me pongo delante suyo agachado quedando mi rostro pegado a su barriga dejando muchos besos.

—Me da cosquilla —se ríe tan bonito.

Me río igual poniéndome a su altura besando sus labios.



Aurora

Tres semanas han pasado donde siento billones de emociones que desconocía y me sorprendo por cada cual experimentó. Me imaginaba de todo cuando mis pacientes me platicaban de esta maravilla suspirando de amor por cada detalle pero es mucho mas que simple palabras. Estoy enamorada de cada cosa que voy conociendo, seria loco decir que me emociona saber que vomito por el embarazo, cada mareo, la sensibilidad de mis senos, el olfato mas refinado o los pequeños cambios que van surgiendo y mas cuando Esteban intenta tocarme. Lloro todo el tiempo de felicidad por esta bendición en nuestras vidas . Siendo pediatra no encuentro la manera de comunicarme a mi misma lo que presentó. Esteban me apoya en todo y esta conmigo siempre.

Esto muy feliz y nuestro Gabriel también quien siempre quiere tocar a su hermano/ hermana que llevó dentro. Mi madre ha venido desde el momento de la noticia. Y nos ayuda con la casa. Ya la han pintando de color crema y verde esperanza. La habitación de Gabriel colores pasteles y las de mis prontos pequeños que tendré colores iguales. Esteban y yo juntos hemos hecho parte de la decoración. Dejando un beso, una lágrima o algún abrazo en cada esquina de nuestra casa. Es hermoso ver cada detalle tan sencillo. Las fotos de los colgando por algún rincón y demás cosas.

Una vez más me ha encontrado llorando y riendo. Ahora me besa los labios mientras acaricia mi barriga que siga descubierta.

—Vamos ven, te he traído aquel chocolate que me pediste hace un momento —me sonríe tomando mi mano.

En la salsa mayor ahí cajas de mayor a menor de las cosas que ha comprado y algunas cosas de mí apartamento. Ya tenemos cuadros que he colgado. Me hace sentar en la cocina a tomar el chocolate caliente que quería. Ya estoy presentando estos deseos por cosas que involuntariamente quiero.

—Nereida se ha ido con tu madre al supermercado y Gabriel de pegado.

Sonrió feliz.

Me pongo de pie después de terminar y con ayuda terminamos de montar bien la cocina. Aunque Esteban no quiere que mueva nada que no sea una caja con solo algunas cosas sencillas. Salgo al jardín trasero mirando lo bonito que lo han dejado. Ahí cuatro silla rodeando una mesa redonda con una sombrilla para dar sombra.

—Aurora ven a ver —me llamo Esteban desde la oficina que utilizará.

Voy pasando el pasillo y entro. Me enseña la hermosa foto que puso en la pared del día que fuimos al parque de diversiones donde tiene a Gabriel sujeto de sus manos en su cuello sonriendo ambos y yo a su lado igual con la tiara que me compro.

—Esta hermoso mi amor —sonrió.

—Que bueno que te gusta.


...




Una semana y la casa esta más que equipada, llena de amor y entusiasmo, tanto Gabriel como yo hemos aprovechado al máximo todo. Le ofrecí a mi madre quedarse en el apartamento que ella misma me pago cuando me vine a estudiar aquí con la herencia que había heredado de mi padre, pero no quiso alegando que no le gusta la altura y con la promesa de venir cada fin de semana y acepte. Lo voy a alquilar o algo.

—¿Ha crecido más verdad amor?—una vez más me miro al espejo acariciando mi panza que empieza mostrarse de apoco por los lados del ombligo.

—Si mi amor ya se nota. Y también estas muy hermosa —se pone de pie acariciando mi panzita pequeña mirándome a los ojos y luego mis labios.

—Quiero pedirte perdón por hacer que te levantaras ayer en la noche por pizza.

Se ríe a carcajada.

—No importa —me besa los labios y correspondo abrazándolo mientras sigo sintiendo la paz de tener sus labios pegados a los mios.

Yo misma me había dado cuenta que seré una primeriza con problemas en los síntomas del embarazo y todo el proceso como pediatra lo se. Y otra doctora me lo confirmó. Por lo que Esteban no ha querido tocarme mas que los labios o acariciar mi cuerpo.

Nos quedamos de lado en la cama sintiendo sus besos húmedos por mis cuello y barbilla y su mano acariciar mi cuerpo. Me di la vuelta encima suyo quitando mi blusa por la cabeza volviendo a atrapar sus labios en los mios.

Cierro mis ojos y muerdo mis labios cuando siento como besa mi zona y mis piernas despacio para ir subiendo y sentir su lengua en mis senos que están muy sensibles últimamente. Atrapo sus labios en los mios llevando un ritmo acorde para sentir como se funde dentro mio. Gemimos al miramos a los ojos sonriendo y entre abro mis labios al sentir como sale y entra de mi cuerpo como tanto ya lo necesitaba.

...

Mi cumpleaños se acerca y con ello nuestra boda que será más que especial porque sera el mismo día y porque ya estoy embarazada y será hermoso en las fotos que salga mi panza.

—Gabriel mira —capta mi atención desviándola de la televisión mirando sus muñecos de animación.

—¡Mamá esta muy feliz! —le señale mi panza y este sonríe, amo cuando hace eso. Aveces no creó que esto me este pasando y de ser así no quiero despertar. Esteban se fue a la empresa esta mañana temprano.

Llamo a Nereida pero no lo coge. Hoy es martes por lo que no tengo que ir la clínica. Según mi amado no quiere que vaya. Pero esta es mi pasión sobre todo. Y se como cuidarme y que debo o no de hacer.

Pero me siento cómoda con su protección y su prevención. Me siento junto a nuestro pequeño para ver vestidos de novias y otras cosas.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora