Continuación capitulo anterior.
Aurora
Después de hablar con mi madre por teléfono, camine a su habitación y lo vi en la misma posición que antes, dormido tranquilo, volví a salir.
Camino a la cocina, abro la despensa y saco un poco de arroz en un envase y luego dejo todo en su lugar, abro la nevera y saco chorizo y vegetales. Después de media hora ya tengo el arroz casi hecho y los vegetales picados en pequeños trozos en un sartén. Me chupe un dedo y seguí en lo mio hasta terminar de hacer algo para comer a Esteban. Me da mucha nostalgia saber que luego llega cansado ha hacer de comer para él y atender al pequeño hasta que se duerma. El timbre sonó y me alegro saber que si es él podrá encontrar la comida caliente, camine a la puerta y la abrí, si es él, me sonríe y entra.
Cierro la puerta y me giro a él que esta parado en la sala como buscando al pequeño con la mirada, me parado casi enfrente de él, pero siento mi cuerpo resbalar por unos de los carritos con los que juega Gabriel, me fuí de boca, no me dio tiempo de nada y por él querer ayudarme a no caer. Chocaron nuestros labios.
Su mano aun estaba presa en mi cintura por el impulso de no caerme, me quede mas tranquila que una tortuga sintiendo sus labios pegados a los mios, es una sensación bastante extraña. Abrí los ojos y los tenía cerrados, cerré los míos y sentí que los movió muy despacio haciendo que yo moviera los míos.
Que come este hombre que los labios los tiene tan suave, en ningún momento el beso profundizó, ninguno de los dos dio el primer paso solo eran nuestros labios rozarse pero aun así podía sentirlo muy suave y sentí como su lengua había pasado rápida por mi labio inferior hasta que el llanto del pequeño nos separo.
Corrió lejos de mi sin mirarme al cuarto del pequeño.
Será esto un aviso.
Pase mis manos por mi cara y próximo a mi pelo, sintiéndome peor que cuando llevan ratones a casa con gatos, su perfume aun lo siento en mi ambiente, pase la lengua por mis labios.
Sentí sus pasos detrás mio y me giré, nuestras miradas quedaron fijas, él como queriendo traspasar me con ella, me enfoque en el pequeño, sus ojos estaban llorosos y me sentí fatal.
—Di le aurora ya he despertado y tengo hambre —hablo normal como si nada hubiera pasado. ¡¿Que está pasando?!.
Ahora me miro normal, salí de su centro de visualización y me perdí en la cocina a prepararle un biberón al pequeño, se me cayo el cereal y por suerte no se boto todo, me agache como una estúpida con nervios, por favor aurora Catalina Méndez, eres una mujer de veinticuatro años.
—Deja que te ayude —apareció en la cocina y se agachó a mi lado, recogió el cereal y tiro el que estaba en el suelo. No lo mire para nada, me pare batiendo el biberón y camine a la sala hacía el pequeño que me mira impaciente al ver su leche batiéndose en mis manos.
—Yo se la daré —me puso su mano enfrente y puse el biberón en esta alejándome un poco de ellos.
—Esteban lo que paso hace un momento por mi esta ol... —me interrumpió.
—¿Que paso hace un momento? —me miro normal como si hubiese llegado y no hubiera pasado nada mirándome como si estuviera loca o estuviera apunto de decir la cosa más estúpida y desagradable del mundo.
—No. No pasa nada, tonterías mías ya me iré —muevo la mano en forma de adiós al pequeño que me mira.
—Adiós.
Cogí rápido las cosas que lleve y salí por aquella puerta como una poseída.
...
Abrí la puerta de mi casa y entre como si estuviera escondiendo algo o hubiera matado a alguien, deje caer mi bolso y me quede un momento analizando una vez más aquella escena en mi memoria, yo no lo hice a propósito, yo resbale, ni si quiera me dejo decirle que por mi esta olvidado, que ahí no paso nada. Cogí los cigarrillos y encendedor de mi bolso y me lleve uno a la boca rápido.
...
Esteban
El agua de la llave de la ducha cae en mi pelo y termina en mis pies, paso las manos por mi pelo y me quedo tranquilo sintiendo el agua en mi cuerpo. ¿Cómo paso? Deberían azotar mi cuerpo por si quiera haber rozado sus labios, soy un imbécil, no debí, sabia lo que hacia, no soy ningún loco y aun siento sus labios pegados a los míos pero no fue mi culpa, Patricia.
Salí envuelto en un toalla en la cintura, Gabriel se volvió a dormir, camino a la cocina a poner algo de comer en lo que me pongo la ropa y me sorprendo al ver en la mesa de cocina platos tapados y una copa con una jarra de agua que seguro esta ya caliente. Levanto los platos que tapan, arroz blanco y chorizo guisado en vegetales y salsa de tomate, todo huele muy rico no debería comportarse como si fuera mi esposa.
Me siento en la mesa y empiezo a comer en silencio, no lo puedo negar, Aurora cocina delicioso y aunque sólo fuera esto, lo hace bien. Termino sin dejar casi nada y aun en toalla, me quedo ahí pensando, por mi es un tema que estará olvidado. Yo no puedo tener a nadie en mi vida, en mi vida no puede existir otra mujer.
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Papá soltero
RomanceNo se olvida quien muere si no quien se va sin morir. #3 en Romance /1/5/19 #1 en Gabriel /27/5/19 #2 en muerte /02/519 #1 en juvenil /06/6/19