|•13•| Retazo

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~Capitulo dedicado a mi fiel lectora lunita1356 😍😍🙌🙌🙎 muchas gracias hermosa, besos ~









Aurora


Su pregunta me había tomado por sorpresa claro que si, al salir de aquel hogar me subí a mi auto y conduciendo a mi hogar pensando en la llamada de Sebastian si que me hizo reír.

...

Abro la puerta de casa, un estornudo de mi parte hace eco en el lugar, la noche llegó más rápido de lo esperado me entristece no tener un familiar cerca lo admito pero así son en mi familia mi madre llama cuando quiere, alguna prima con la que nunca he compartido me pone algún mensaje o un tío o tía, así de sencillos, pongo agua ha hervir y hecho espaguetis, subo a la habitación y me ducho unos diez minutos como mucho y salgo vestida con una pijama, bostezo mientras preparó los espaguetis y me siento en la mesa a esperar que estén mientras abro mi computadora y veo las citas de mañana

Mi nariz hace aquel movimiento como un perrito oliendo. Al oler mis espaguetis me levanto arrastrando mis sandalias de meter el pie y me sirvo una gran porción en un plato llano y me dispongo a cenar. Mi celular suena y arruina que deguste mis últimos bocados, me levanto y lo saco de la cartera que aún permanecía dentro. Es una llamada de Sebastián su nombre resalta en la pantalla.

—¿A que debo tal llamada? —hable sentándome en la mesa nuevamente.

—Buena noches Aurora ¿Interrumpo algo? —al fondo se escuchaba una música clásica, suave y delicada como un violín.

—Antes de que interrumpiese mi ultimo bocado de espaguetis, nada, pero no importa ¿Pasa algo?.

—Sólo tenia ganas de hablarte, escuchar tu voz, se que sonó cursi y quizás poco creíble —analice sus palabras y quizás estoy equivocada pero al parecer este hombre está falta de afecto.

—¿Te puedo hacer una pregunta?.

—La que quieras, Aurora.

—¿Vives solo? —movi el tenedor en el poco espaguetis.

—Si hace unos meses al graduarme decidí independizar me ¿porqué la pregunta? —sonó interesado como si le preocupase mi pregunta.

—Nada, pura curiosidad —sone desinteresada, quizás lo que le hace falta es una compañía, más que buscar una pareja y luego pensé en mi, estamos en la misma situación. —¿Quieres salir juntos en plan amigos? y no me hagas volverlo a repetir —rei.

No me parece esto bien. Auroritaa.

—Por supuesto, mándame la dirección del lugar y estoy allí a la hora que digas.

Colgué y le mande la dirección de mi bar favorito, mire la hora, ocho y veinte de la noche deje todo en el fregadero y subí rápido a mi habitación. Me saque rápido la pijama y saque un short ajustado y no muy corto junto a una blusa de mangas por dentro color beige de esas telas suaves y ajustadas sin necesidad de sujetador, puse crema en el cuerpo y unas alpargatas, saque una chaqueta, fui al espejo y me empecé ha hacerme una coleta y un poco de labial de brillo.

Baje los escalones, busque mis llaves y celular, salí de casa espero que el ya este allí esperándome.

...


Me senté en la barra ya que no le veo, aún así me pedí una carpiriña brasileña y empecé a disfrutarla como tanto me gusta. Las miradas de los hombres, mujeres bailando, tomando, besándose, riendo o algún brindis no faltaba, de fondo la música suena incitando a mover los cuerpos. Solo llevo unos cinco minutos en espera.

—¿Llego tarde? —su voz me hace girar y mirarle un poco mal.

—Lo suficiente como para demostrar lo impuntual que eres —pronuncie llevando mi vaso de cristal a los labios.

—Lo siento, trafico —se sentó a mi lado en la barra.

Le miré fijo, vestía casual, sencillo pero con aquel toque elegante de hombre deseado, aquellas bonitas pecas resaltaban entre los colores opacos del bar y la falta de luz como me gusta a mi.

Pidió una fresa colada, a mi en particular no me gustan pues llevan mucho alcohol, este no apartaba su mirada de mi.

Quizás la soledad me estaba haciendo cometer cosas de las cuales luego me arrepentiría, quizás tan solo quizás al verle a él en la misma situación que yo me hacia pensar que se necesitaba liberar un poco de tensión, vivimos solos, trabajadores y solteros, la noche joven, pero esta no soy yo, quizás mi cuerpo necesita un desahogo, sin medir consecuencias y aquí me encuentro ahora después de dos copas más al igual que el bailando muy pegados, me deje guiar por sus manos que me sujetaban de la cadera y me pegaban a su cuerpo, algunos flecos de su pelo caían por sus orejas y rosaban mi mejillas, me daba vueltas y terminaba encontrando me con sus ojos penetrantes mirarme con aquel deseo que ya conocía y en medio de aquella vuelta mi espalda quedo pegada a su torso y moví mis caderas pegada a él, su respiración descansaba en mi cuello haciendo mi coleta a un lado y dejando un beso atrevido en mi cuello. A mi cuerpo no pareció molestarle, la canción acabo y me senté en la barra de nuevo, llevando mi bebida a mis labios al mismo tiempo que él, la gente iba a su manera, haciendo lo que quieren, el alcohol me estaba por pasar factura y no estoy acostumbrada a tomar, se pueden contar las veces y estos ojos mieles que tengo enfrente hacen conexión con los verdes míos, solitarios y... Tan solo quizás entablando una conversación extraña.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora