|•49•|No me arrepiento

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Esteban

Todos hemos actuado de una manera precipitada en algún momento de nuestras vidas y cuando nos queremos dar cuentan puede que ya sea tarde. Nunca fui un hombre celoso y de impulsos locos pero Aurora se ha encargado de hacer que cada cosa en mi vida cobre sentido.

Me llevo la sorpresa de verla dormida pegada a la puerta. La empujó sin hacer ruido y lastimarla, me agachó levantándola en mis brazos llevándola a mi habitación, empuje la puerta con mis pies y la dejo en la cama acomodando su rostro, ni siquiera da señales de despertar pero trate de no hacer ningún ruido ni movimiento mal. Cuando despierte estará enojada conmigo lo se y con razón, primero por mirar sus mensajes y como reaccione en vez de quedarme y preguntar por ellos. Me siento en la esquina de la cama acariciando sus piernas con la yemas de los dedos por encima de su jeans, voy subiendo los dedos hasta llegar a su cintura y parar para mirar su rostro, sus pestañas gruesas y largas se mueven abriendo sus ojos verdes mirándome fijamente, mi mano sigue en el mismo lugar y no despego mi mirada de la de ella, paso la lengua por mis labios y esta se acomoda mas en la cama poniendo su cabeza en la almohada pero tan pronto lo hizo se puso en pie como cuando recuerdas algo horroroso mirándome enojada de brazos cruzados, casi llegando a la puerta. Quise empezar hablar pero tan pronto abrí la boca la cerré mirando por la ventana sintiéndome mal por tantas cosas.

—Estas en todo tu derecho de hablar, no me voy a justificar y mucho menos mentir, esos mensajes si son para mi —la mire sin creer a los ojos. Hay sinceridad en sus palabras y continuo hablando. —Paso cerca de un mes da igual, fue un error que creí no se volvería algo tortuoso en mi vida es una persona ...

—Ya no hace falta Aurora, en verdad, no tienes que darme esas explicaciones, si para ti ya esta olvidado en el pasado para mi esta mas igual. Solo te digo que esos mensajes no saldrán de mi mente porque se reproducirán como si de una película se tratase —me acerco a ella poniéndome frente a frente, acaricio su mejilla con mis dedos mirando sus ojos, no tiene ningún tipo de expresión en su rostro. —Se que tienes algo mas allá guardado en tu corazón, nos estamos tratando como una pareja ¿no? Hay muchas cosas de ti las cueles ansió saber, tu conoces todo de mi ¿porque no me permites a mi entrar en la tuya? Olvidemos ese gilipollas de los mensajes ¿pero donde quedara lo demás? —sus ojos se habían cristalizado sorprendiéndome con un gran abrazo acogedor, la estreche en mi pecho fuerte demostrándole y transmitiéndole que aquí estoy para ella, no me interesa mucho su pasado pues obvio que tuvo una vida antes de mi pero ¿aquel hombre esta totalmente fuera de su vida?.

—Te quiero

...


Aurora

Estoy rota y él lo sabe, pero no voy a permitir que Sebastian quiera hacerme mas pedazos. Salgo de la Estación de policías tras presentar una orden de alejamiento contra él de inmediato y eso incluye las pruebas, he tenido dos días para hacerlo desde pedir los vídeos a las fuera del edificio donde vivo, los mensajes y él supermercado con ayuda de Esteban fue mejor. No ha querido que le explique nada pero ha estado conmigo y supongo que ha entendido que fue un gran error él cual ya pague. He tenido que pedir esos dos días libres porque claro sea como sea tengo un jefe. Nereida se ha enterado y ha estado conmigo al igual que desgraciadamente su novio Fabián de lo que realmente es su hermano.

—Estas muy calmada ¿pasa algo? —enfocó mi vista en sus ojos de mar que me miran con amor al tiempo en que acaricia mi mano sobre la mesa y la de su hijo que esta en una silla para bebés, estamos en McDonald's agarro papas y la entro en mi boca sonriendo. Miro al pequeño sucio por el kétchup en el rostro, manos y hasta la ropa, le sonrió. Terminamos lo poco que pedimos y nos fuimos al auto a casa, le miró mientras conduce tan guapo, tan delicado.

Al llegar salgo del auto con Gabriel Ángel en brazos puesto que se ha dormido. Me abre la puerta y entro seguido por él, camino a la habitación del pequeño y lo dejo en su cuna pero antes le quito la ropa sucia y salgo al pasillo. La noche esta muy silenciosa y estrellada, desde el balcón podría darse una noche perfecta pero desde temprano me vengo pensando en contarle unos de mis grandes pedazos rotos, los demás simplemente están unidos a ese. Me le acerco por detrás y lo abrazo, esta mirando por el balcón rodea mis brazos por su pecho dándome la vuelta quedando frente suyo.

—No me has besado hoy —sonríe tan sexy acariciando mis mejillas y paso mis manos abrazándolo dejando mi rostro muy cerca del suyo.

—¿Y? —me hago la desentendida.

—Y que mis labios claman por los tuyos —se acerca solo un poco rozando mis labios con los suyos y hago lo mismo, intento darle inició al beso pero se aleja y sonrió maliciosa, esta jugando conmigo.

—Si no me quieres besar tengo que entenderlo ¿no? —levanto mis brazos en defensa.

Me pego mas a él y pego mis labios de los suyos, su labio inferior termina entre los míos pasando mis manos por sus hombros acariciando, siento sus dedos acariciar mi cuello parte atrás profundizando el beso aun con mis ojos cerrados puedo sentir eso que nos envuelve y ese calor llamado pasión con amor. Pellizca con sus dentes mis labios succionando, rozando su lengua con la mía en un juego enloquecedor. Sus besos fueron bajando despacio y húmedos por mi barbilla, mejilla, cuello y el comienzo de mis senos eleve su rostro a mis labios dejando besos en su frente y mejilla.

—Te quiero —dije. Tomo mi mano y caminamos a su habitación esta oscuro pero las luces de la calle iluminan un poco.

Acariciando mis labios con los suyos, sus yemas de los dedos son como chispas de llamas a mi cuerpo, me entregue a sus labios, a su mirada azul, a sus labios, a su cuerpo y su amor. Ambos nos quitábamos la ropa despacio dejando un tiempo marcado, nos tumbamos en la cama, bese su tatuaje pasando mi lengua por este, mis senos descubiertos suaves a sus manos besándolos haciéndome jadear por mas, por él, sus labios fueron bajando en cada recorrido acelerando mi respiración más y más.

Mis bragas terminaron en el suelo y sus labios terminaron justo en mi zona húmeda por él, su lengua tibia y suave haciendo un recorrido despacio por esta, alcance su pelo con mis manos retirándolo de su frente arqueando me, gimiendo en el silencio, mordiendo mis labios, sentía esa corriente danzar por mis entre piernas. Elevó su rostro al mio y bese sus labios dándonos la vuelta bajando su bóxer y su parte por explotar, solo tomo mi rostro mirándome sonriente fijos a los ojos acariciando mi pelo, empecé a corresponder sus besos dejándome bajo de él, deslizándose dentro de mi por completo, cerré los ojos gimiendo pasando mis manos por su espalda, una embestida profunda y una mirada cargada de amor, me moví desde abajo sin controlar mi deseo, eche mi cabeza atrás al sentir el calor de su lengua en mis pezones, escuche su respiración suave y jadeante salir por sus labios, poso sus manos a cada lado de mi recargándose mas a mi cuerpo haciéndome sentirlo mas a profundidad, sus embestidas suaves pero precisas.











Esteban

Hace que me tumbe en la cama para ponerse encima mio dándome la espalda es una diosa. Acaricio su espalda y los hoyuelos que tiene al final de esta, sus movimientos causan mucho placer en mi y mas verla en esta situación.

Nunca me sentí así.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora