|•39•|Lo que siento

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Nadie más que nosotros mismo podemos decidir pero nos olvidamos de un punto muy importante y es que nuestro corazón manda si siempre le diéramos la oportunidad correcta todo saldría bien, hay otros que simplemente se dejan llevar por las emociones como en esta caso pienso que Esteban se esta dejando, ya no se que pensar.

Y aquí estamos, sus labios aun besan los míos y correspondo con el mismo interés, quizás un poco mas, mis manos viajan a su cadera y lo pego mas a la mía mientras que sus manos sujetan mi rostro como para que no escape de sus labios si supieras que no tengo interés de separarme.

El aire me empieza a faltar y tengo que separarme en contra de mi voluntad, me quedo enfrente de él tocando mis labios, paso su lengua por sus labios y se gira un poco dándome la espalda mientras pone su mano en la cabeza y hala un poco de su cabellera.

—Perdóname por favor ¿Crees que puedas olvidar todo lo que te dije en mi casa? —me hablo girándose mirándome fijamente.

—Fueron muchas cosas. ¿A que te refieres exactamente? —es una batalla de miradas.

Dudo un momento en hablar.

—Ah que, Ah que no podría pasar nada entre nosotros olvida esa mierda que te dije. ¿Sabes porque? Porque me he dado cuenta hoy mas que nunca que estoy enamorado de ti, no controlo mis emociones y sentimientos...

No le deje terminar y levanté mi mano para que parara de hablar. Me confunde demasiado.

—Esteban eres consciente que no somos unos adolescentes para estar en este juego de si siento o no siento, somos adultos esto no es un juego como no es un juego lo que siento por ti, es algo enserio no algo con las hormonas alborotadas y...

—Lo se Aurora, estoy seguro lo que te estoy diciendo creerme, como quieres que te diga ¡Estoy enamorado de ti! Y aquella mujer que ya no existe en mi vida permanecerá en mi corazón como algo maravilloso y hermoso y que dio fruto, solo eso, ahora estas tú es como si la vida me hubiese dado otra oportunidad y...

—Para por favor, hagamos una cosa, hoy a las siete en la cafetería Bar cerca del parque en la treinta y seis, si llegas a tiempo sabré que has decidido y que estas seguro de lo que sientes por mi si no llegas sabré que usted aun esta sumergido en un amor que ya no esta y no seguiremos con este jueguito que no dejara nada bueno —le señale la puerta.

Salió por la puerta sin decir nada y me quede pegada a la puerta un rato, aun falta mucho para las siete tiene tiempo de sobra para analizar y ordenar sus sentimientos. ¿Con quien dejo a Gabriel?.






Esteban

Conduzco como tortuga quizás para hacer un poco mas largo. Siento que la cabeza aún me va a explotar, me detengo en el cementerio y salgo del auto caminando adentro. Aquí el silencio siempre reina y llegó a su tumba. Me pongo de cuclillas, quito unas cuantas hojas secas sobre su nombre.

—Era esto lo que querías ¿no? que apareciera otra mujer de la cual me enamorase y no pudiese controlar mis emociones ¿estas feliz con esto?.

—Ahí ya no hay nada —me di vuelta asustado y recordando su voz, él señor mayor de la otra vez que vine esta a escasos centímetros de mi su mirada llena de experiencia me observan.

—¿Usted otra vez aquí? —le mire extrañado ¿casualidad? No lo creo.

—Este es mi lugar amigo pero no hablemos de mi. Ella ya no lo escucha se ha ido en el preciso momento en que su corazón volvió a sentir por algo vivo, palpable y visto a su visión. ¿Porque sigue juzgándose y culpándose?.

Sus palabras eran como si bailaran con el viento y llegaran a mi oídos como violines y tonos suaves.

—¿Quien es usted?.

—No soy nadie que debe de importarle, ahora vaya y solo dejarse llevar y cuando creas que no puedes continuar solo haz silencio y escucharte tú —empezó a caminar y se perdió entre los árboles.

...

—Nereida ya llegue oye... —pare de hablar al verla con un dedo en sus labios en señal de que haga silencio mientras mese a mi hijo que tiene los ojos cerrados, sonríe. Se pone en pié y camina a su habitación con él en brazos sus pasos son cortos y lentos.

—Se durmió después de llorar un buen rato creo que tenia dolor en el estomago le di un jarabe y se quedo dormido —me habla que ahora estamos en la cocina mientras me sirvo agua.

No dije nada mi mente esta en otro lugar.

—¿Donde estabas? —pregunta.

—Estaba —una risa me empieza a atacar y no la puedo controlar —Estaba con tu amiga.

—¿Le dijiste por fin lo que sientes? —la mire fijo, la risa se me paso, sus ojos y su rostro dan indicaciones que no bromea.

—¿De que estas hablando? —trate de coger una pose normal y sentarme a su lado jugando con el borde del cristal del vaso.

—Por favor Esteban, te conozco, nos conocemos perfectamente, he visto como se miran, como la miras, como le hablas, como la trataste desde el primer día, tú con nadie has sido de esa manera. Tú rostro cambia cuando la vez con el niño, como lo disfrutas, hasta como mencionas su nombre ¡Por Dios esta mas que claro! —hablo sonriendo. —Sabes estoy muy feliz por ti, estoy agradecida de la vida y no te imaginas cuanto —sus ojos se humedecen y cristalizan y me aproximó rápido y la abrazo fuerte. Nereida a sido la única persona que ha estado en mis momentos más críticos y a pesar de que en muchas ocasiones le gritaba que se fuera siempre permanecía a mi lado velando porque este bien deseando siempre que encuentre mi felicidad.

—Gracias —repetí dos veces.

—Ella es la mejor, la correcta para ti, pero es frágil no es la típica chica mala rebelde ¿entiendes lo que te quiero decir?, se que ella aún no me ha dicho por que le da pena. No le jodas la vida.

—No lo haré jamás.

—¿Y cuenta ya son novios? ¿A donde la llevaste la primera cena? ¿Como fue todo? ¿Y desde cuando? —Nereida es especial, especialmente por no dejar pasar ni una, no me daba tiempo a responder nada se la paso haciendo preguntas y cuando creía que pararía volvía con el interrogatorio.

—¿Me dejaras explicarte? —hizo silencio.

—Te explico aun no somos novios, todo empezó cuando empezamos a tomar confianza, cuando le dije sobre aceptar que cuide a Gabriel, un día, un juego en la cocina, cuando llegaba de la empresa y la veía hay con mi hijo, su sonrisa, su forma su... Su todo y —me quedo mirando al vacío dándome cuenta de las tantas cualidades que hay en ella y me fascinan de las tantas cosas que no existen las palabras. Y continuó hablando. —Pero empecé mal yo creí estar confundido y le había dicho que todo fue como un error que yo no podía estar con otra persona y me equivoque creí que si aceptaba estar enamorado de ella era como fallarle a ella .

—Ya entendí —hablo mirando al frente —No hace falta que me digas mas ¿Y dime que te pondrás? —hablo sonriendo.

—¿Ponerme de que?.

—No te hagas, conozco muy bien a mi amiga son tres años y se que si no llegas te vas arrepentir toda tu vida —elevo sus cejas marrones.

Reí si que la conoce.

Papá soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora