Capítulo 5: Acepto ir a un evento que no me gusta

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Narra Athenea:

Mis clases de la uni son tan estresantes que no me da tiempo a distraerme con nada. En la primera clase tenía que estar atenta a la clase y pensando en la siguiente hora. Así es mi vida. El único momento de "relax" que tengo en todo el día, es el momento de la comida.

Las chicas, Ethan y yo siempre vamos a un café que estaba cerca de la facultad, y como íbamos casi todos los días, ya nos conocían. Pedimos la comida y nos sentamos en una mesa.

–Dios, ¡no me da la vida!– Dijo Lisa.

–¿Qué te pasa ahora?– Le preguntó Ethan.

–Tengo que entregar un proyecto para el viernes, el cual no he empezado todavía.

–¿Por qué lo dejas siempre todo para el último momento?– Le pregunté pegando un mordisco a mi sándwich vegetal.

–¿Y yo que sé? Pero no lo entiendo.

–Si te consuela, la semana que viene tengo un control y me entran nueve temas.– Dijo Rose.

–Pero tu no vales. Siempre sacas más de un ocho.

–Es que mi niña es súper lista.– Dijo Ethan y le dio un beso en la sien.

–Por favor, chicos que estamos comiendo.– Dije y miré a Lisa, la cual siempre me apoyaba cuando Ethan y Rose se ponían en plan "Romeo y Julieta".

Pero esta vez no. Esta vez estaba comiendo las patatas de su plato mientras miraba el móvil cuando de repente, vio algo que hizo que casi se le salieran los ojos de las cuencas.

–¡No me lo creo!– Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

–¿Qué pasa?– Le pregunté.

–Mirad esto: ¡Robbie Kay, invitado confirmado para The Late Late Show de James Cordem para el día 13 de septiembre!

–¿¡Que!?– Dijo Rose emocionadisima.– Oooyyy, que cute. El día de su cumple.

–Chicas, el show no se graba lejos. ¿Vamos?

–¿A dónde?– Dije y seguí comiendo sin darle mucha importancia a la respuesta.

–Al estudio de The Late Late Show. ¡Le vemos en persona!

–¡Ay, síii!– Dijo Rose.– Ethan, tú tienes carnet de conducir, ¿nos llevas?

–Si, si. Y luego os quedáis a dormir en mi casa, así podemos llegar tarde.– Añadió Lisa.

–Yo todavía no he dicho que si.– Dije y todos me miraron.– Sabéis que, ni veo esas cosas, ni le soporto a él.

–Bueno pues a la entrada aunque sea. Yo quiero felicitarle.– Dijo Rose.

–Si. Vamos Athenea... no es lo mismo si tú no vienes.

–¿Chantaje emocional?

–Un poco.

–Es que no me apetece estar de pie, a la noche rodeada de chicas gritando y esperando a una persona a la que no quiero ver.

–Va, Athenea. Qué os llevo yo en coche y os pongo música para veniros arriba. ¡DJ Ethan!

–¿No vais a parar hasta que diga que si, verdad?

–No.– Dijeron a la vez.

–Vale, primero: eso da grima. Y segundo: ya podéis compensarmelo increíblemente bien

Lira y Rose gritaron y corrieron a abrazarme en medio del café y todo el mundo nos miró. Yo las aparte cuando el abrazo ya empezaba a ser demasiado por que para empezar, tenía que ir a estudiar ante de ir a trabajar. Así que recogí mis cosas y me fui.

Normalmente hacia los deberes y estudiaba antes de currar, y siempre me daba tiempo y cuando no, tenía que quedarme a la noche estudiando en casa. Pero esta vez, no fue uno de esos casos. Termine mis deberes a tiempo y después me fui a trabajar.

Trabajaba en un local de Starbucks en casi el centro de la ciudad, por lo que no debía llegar tarde para que no se hiciera mucha cola. Al llegar, me puse el uniforme, me hice una coleta, cogí mi gorra y salí a atender.

–Hola Emily.– Dije al llegar al mostrador. Emily era mi encargada.

–Hola Athenea. ¿Qué tal las clases?

–Ya sabes, como siempre.

–Bueno, pues ahora despejate un poco. Tenemos trabajo.

–Lo sé. Lo sé.

Llevaba ya mucho tiempo preparando cafés a gran velocidad y había aprendido a coger cada cosa de su sitio sin mirar y no es por presumir, pero me quedaban los mejores cafés de la ciudad.

Al llegar a casa mi madre me preparaba la cena recién llegada del trabajo y yo se lo agradecía mucho. Después, normalmente leía un poco y después me iba a la cama.

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora