Después de ser desterrado a Midgard por los eventos ocurridos en «Avengers», Loki tendrá que aprender a convivir con los mortales.
La perspectiva del Dios del Engaño será cambiada completamente haciéndolo dudar respecto a todo lo que a vivido y lo...
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CAPÍTULO V: ¿ASGARD?
—Mia—
Giré nuevamente hacia el otro lado de la cama, no podía dormir y no sabía si el motivo era porque en la habitación continua había un desconocido durmiendo, o porque mañana tendría que ver la manera de explicar a Johanna porque falte a trabajar hoy.
Luego de varias vueltas más, no pude soportarlo y decidí ir en busca de un vaso de agua. Necesitaba tranquilizarme un momento.
Salí silenciosamente de la habitación, esta antigua casa tendía hacer bastante ruido con el mínimo paso, fui lo más sigilosa posible y caminé a la cocina.
Tome un vaso, lo llene de agua y lo bebí hasta no dejar líquido en su interior.
Me quede unos segundos mirando el vaso vacío y salí de la cocina, por alguna razón quise ir al living y fue ahí cuando me encontré con Loki mirando por la ventana.
Lo que me sorprendió no fue verlo ahí, fue que no llevaba ropa puesta.
Me sonroje y cuando trate de huir sin que me notase, él dio vuelta su cabeza mientras me miraba curioso, no quise mirarlo a la cara «ni a ningún lado del cuerpo» porque seguro me encontraba como un tomate.
—Lo siento. — di vuelta para irme, pero sin hacer ningún ruido y sin haberme percatado. Loki tomó mi muñeca evitando que me moviera.
—¿Sucede algo?
No sé si lo hacía a propósito, porque podía jurar que veía diversión en sus ojos. Trague saliva y mire su rostro a unos cuantos centímetros del mío. Me acomode mejor haciendo que me soltara y alce bastante la mirada así evitar toda parte de su pecho para abajo.
—Tenía algo de sed y vine a beber agua. No esperaba encontrarme con un hombre desnudo.
—¿Jamás haz visto a un hombre desnudo? — me sentí intimidada por su pregunta, ¿A quién se le ocurría preguntar eso?
—¿Qué? ¡Claro que si! — me sonroje. —Pero no un desconocido. — lo pensé mejor, maldita sea. —Bueno, no un desconocido en mi casa.
—¿Tiendes a ver a muchos desconocidos desnudos? — sonrió de lado haciendo que me removiera incomoda.
¡Joder, pero que me hacía perder la cabeza este hombre!
—¿Por qué estás desnudo? — cambie el tema, él alzó una ceja y movió los hombros ligeramente.
—No tengo más ropa, y colocarme el traje para venir unos minutos acá iba a ser demasiado trabajo.
—Tiene sentido, mejor te dejo meditar con las cortinas. — intenté irme nuevamente pero él fue más rápido y se ganó frente de mi.
Quedamos tan jodidamente cerca que casi roce con su piel, inmediatamente di un paso para atrás.
