Después de ser desterrado a Midgard por los eventos ocurridos en «Avengers», Loki tendrá que aprender a convivir con los mortales.
La perspectiva del Dios del Engaño será cambiada completamente haciéndolo dudar respecto a todo lo que a vivido y lo...
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CAPÍTULO XXIX: ENCERRADO
—Loki Laufeyson—
«una semana antes»
Me encontraba con Mia en mi habitación, luego de la conversación con Thor algo no me tincaba bien.
Pero Mia había logrado quitarme esos malos pensamientos con sus dulces besos. Estábamos en la cama recostados conversando de su práctica con Sif.
Había practicado sin espadas y mencionó que se le había hecho bastante fácil derrotar a Sif siendo que ella sí llevaba espada.
Era sorprendente cuando había avanzado en tan poco tiempo.
—Tú y Thor, ¿Están bien?
—No lo creo, nunca fuimos muy unidos. — bufé. —Después de mi ataque a Midgard, él no confía en mi.
—Para ser el futuro Rey de Asgard, es muy estúpido.
Reímos al unísono. Mia había declarado un par de veces que se le hacía gracioso Thor, pero que su poco sentido común se le hacía mucho más cómico que sus propias palabras.
Nuestro momento fue interrumpido por unos toques fuertes en la puerta, antes de que pudiera abrir de ellas, varios guardias entraron tomándome de imprevisto.
—¿Qué hacen? — intente zafarme pero me colocaron cadenas que impedían el uso de mi magia.
—Odín requiere tu presencia en el gran salón Real.
—No es necesario que lo esposen. — habló Mia. La observé mientras negaba intentando decirle que se mantuviera en calma.
Lo último que aceptaría seria que la esposaran a ella también.
—Vamos. — habló uno de los guardias reales, me tomaron de los brazos y me llevaron hacia el salón.
Escuche los pasos ligeros de Mia a mis espaldas, suspiré cansado mientras me preparaba mentalmente para lo que venía.
No sería agradable.
Llegue al salón, los guardias me soltaron pero mantuvieron las cadenas sujetos por detrás de mi.
Odín se encontraba sentado en el trono mientras Frigga estaba a un lado de la gran escultura observándome con desdicha. Mia intentó acercarse pero los guardias se lo impidieron, Frigga se acercó a ella tomándola de las manos para colocarla a su lado.
Su mirada era afligida.
—Loki.
—Madre.
—Por favor, no empeores las cosas.
—Define empeorar.
—Suficiente, hablaré con el prisionero a solas. — Odín mencionó serio.
