Después de ser desterrado a Midgard por los eventos ocurridos en «Avengers», Loki tendrá que aprender a convivir con los mortales.
La perspectiva del Dios del Engaño será cambiada completamente haciéndolo dudar respecto a todo lo que a vivido y lo...
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CAPÍTULO XXXIII: REENCUENTRO
—Loki Leufeyson—
Ver a Mia después de todos estos días hizo que mi corazón volviera a latir, y es que tras estar encerrado imaginé que lo había perdido al no sentirlo.
Pero aquí estaba, latiendo rápidamente al observar esa cabellera oscura, su tez morena parecía más encantadora de lo que recordaba y vestía completamente de verde con una armadura dorada, lo que me hizo sonreír.
Maldición, si que la había extrañado.
Se volteo hacia mi dándome un perfecto panorama de sus ojos azules, esos ojos que me habían enamorado por completo.
Luego de nuestro pequeño beso se inició una discusión por parte de Mia y Thor. Estaba a punto de apelar cuando unos pasos retumbaron cerca de donde nos encontrábamos y una voz balbuceó.
—Ahí están. ¡Captúrenlos! A mi orden.
No quite los ojos de Mia, esta levantó su mano acariciando mi mejilla sutilmente provocando que cerrara los ojos por un segundo y volverá abrirlos por los pasos que se acercaban.
Mia me sonrió y miró hacia donde se aproximaban los guardias.
—Los retrasaré. Llévatela. — Sif exclamó.
Thor camino junto a Jane. Mia iba a comenzar a caminar tras ellos cuando observo que Sif levantó su espada en dirección a mi cuello. Mia en un segundo posicionó su espada hacía a Sif observándola con rencor, y sonreí a tal escena.
La amaba tanto.
—Traiciónalo y te mataré. — Mia sonrió ante las palabras de Sif, esta última la miró con irritación sin sacar la espada de mi cuello.
—No si yo lo hago primero. — Sif alejo su espada ante la voz de Mia, esta bajo su arma observando victoriosa a la guerrera.
—Es un placer verte a ti también, Sif.
Reí. Observé a Mia y esta se acercó para tomarme del brazo y caminar hacia donde Thor y Jane se habían dirigido anteriormente.
Quería tomar su mano, pero estas cadenas me impedían poder siquiera dar un leve toque a mi amada.
—Iremos a su mundo, Svartalfheim. Debemos encontrar la manera de engañarlos, así escaparnos. — Mia me susurró, sonreí.
—Ya pensé en esto, querida. Solo sígueme el juego, muy pronto estaremos reinando.
Mia sonrió. Caminamos hasta llegar a una nave de los Elfos oscuros. Ahí se encontraba otro de los amigos de Thor.
Bufé.
—Te daré tanto tiempo como pueda. — habló a Thor.
—Gracias, amigo.
Estrecharon mano. Nos acercamos por detrás para subir a la nave pero Volstagg me tomó del pecho parándome en seco.
