Después de ser desterrado a Midgard por los eventos ocurridos en «Avengers», Loki tendrá que aprender a convivir con los mortales.
La perspectiva del Dios del Engaño será cambiada completamente haciéndolo dudar respecto a todo lo que a vivido y lo...
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CAPÍTULO XXXVII: REUNIÓN
—Mia, tranquila. — Loki me abrazo mientras seguía llorando, no podía quitarme su pálido rostro sin vida de la cabeza. —Eso no pasará, confía en mi.
Luego de unos segundos en los que Loki me daba suaves caricias intentando calmarme, pude dejar de llorar. Hace mucho que no pasaba algo parecido. No me había sentido así desde que Frigga murió.
Con ese mal presentimiento, y tristeza.
Pero tenía a Loki ahí, abrazándome.
Diciéndome que todo estaría bien, que él siempre estaría a mi lado y que todo lo que vi era solo un sueño.
Y le creí.
No podía seguir pensando en aquellas cosas. No sólo me hacían mal a mi, también a Loki.
Era solo un mal sueño.
—Lo siento, no debí reaccionar así. — Loki limpio con su pulgar mis lágrimas, su mirada estaba repleta de tristeza.
—Eso no sucederá. ¿Escuchaste amor? Jamás te dejaría. — lo aferre más fuerte mientras respiraba su aroma, lo necesitaba tanto. —Siempre estaré contigo.
—Siempre.
•••
—Dime. Prefieres este... — mostré a Loki un vestido largo color negro de seda. Era muy elegante pero a la vez sensual, tenía unos pequeños detalles en la parte de arriba en color dorado y verde. —Oh... este. — revele el vestido que tenía en mi otra mano. Era más corto y con la espalda al descubierto, poseía unos cruces en dorado mientras en la cintura tenía unos zafiros pequeños resaltando.
—Con los dos de vez estupenda, así que no lleves ninguno de esos. — tomó los vestidos y caminó hacia el armario.
Bufé mientras me posicionaba frente a él, deteniéndolo.
—Oye. — exclame. —¿Por qué?
—Todos te comerán con la mirada, ya mucho llamas la atención con solo estar presente.
—No seas celoso, Loki. — sonreí burlona. Hizo una mueca cuando le quite el primer vestido de la mano. —Sabes que soy solo tuya.
Me desvestí para colocarme el vestido bajo la vista impetuosa de Loki sobre mi.
Ya habíamos tenido uno que otro mal entendido con el hecho de «llamar la atención». Y es que algunos de los guardias, o personas que se presentaban con el Rey, tendían a observarme más de la cuenta.
Es algo que a mi no me importaba, yo no estaba interesada en alguno de ellos.
Pero eso a Loki lo volvía loco. Siempre recriminaba que debería mejor quedarme en la habitación cuando tenía alguna reunión o cena en el reino.
