11 | MIA

4.1K 303 105
                                    

CAPÍTULO XI: MIA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO XI: MIA

Entre a la habitación de Mia como un rayo, reí mentalmente ante aquel pensamiento ya que el Dios de trueno era mi hermano, pero ahora mismo yo me sentía uno. No le di tiempo a Mia de preguntar que sucedía ya que quite el libro entre sus manos y lo tiré por alguna parte de la habitación. Tome su rostro acercándolo para besarla con intensidad. Adentré mi lengua a su boca haciendo que ella chillara de sorpresa ante el atrevimiento.

Mia colocó sus manos en mis hombros, provocando que mi cuerpo quemara. Baje mis manos y separe sus piernas a lo que ella nuevamente chillo, la tome de los muslos y la alce hacia mi pecho para que sus piernas se enroscaran de mis caderas.

Instintivamente así sucedió, seguí besándola con desesperación mientras mis manos ahora bajaban por sus curvas, acariciando y apretando haciéndola suspirar. Me separé del beso para quitarle la polera y está me miró con las pupilas dilatadas.

Lo deseaba tanto como yo.

La acorrale contra la pared, quite el short que traía y de paso saqué la toalla quedando completamente desnudo. Mia me observo de reojo a lo que yo me adentré a su cuello para besar, chupar y morder todo lo que podía. Suspiró jadeante mientras mordía ligeramente su cuello, dejando una marca roja y luego siguiendo con más besos en otras parte de la zona.

Quite su sostén, y moví mis manos hacia sus senos, apretándolos. Gimió en mi oído lo que me hizo gruñir. Me moví instintivamente hacía su cuerpo fingiendo una embestida, el roce de nuestros cuerpos causó un gemido de parte de ambos y atrapé su boca nuevamente en un profundo beso.

De a poco fui acariciando su cuerpo, lentamente disfrutando de la sensación de calor que me brindaba. Su piel se erizaba a cada toque, haciendo que tuviera ligeros espasmos, sintiendo como el calor me quemaba por dentro volviéndose cada vez más insoportable.

Necesitaba sentirla más a fondo, necesitaba estar dentro de ella.

Las caricias se hicieron más rápidas, rasguñe ligeramente sus caderas cuando toque la última prenda que faltaba por quitar. De un leve tirón, la prenda se rompió y se separó del cuerpo de Mia haciendo que por fin quedáramos desnudos uno frente al otro.

Gruñí en su oído cuando nuestras intimidades rozaron a piel viva. Mia posicionó sus manos en mi espalda arañando mi hombro, moví las caderas causando otra fricción, haciéndola chillar agudamente y mordió mi hombro ocasionando que mi entrepierna vibrara.

Mi piel cosquilleaba bajo sus labios.

—Por favor. — gruñí roncamente al escucharla, me sentía tan poderoso ahora mismo, y me encantaba.

—Dime que quieres. — susurré. Mi voz salió tenaz, muy poca voluntad me quedaba para seguir con el juego, pero quería escucharla.

—Loki, por favor. — mi nombre salió de su boca como un leve susurro, mi estómago se contrajo y sentí mi poca cordura abandonarme.

𝑺𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒕𝒖𝒚𝒂. (𝙻𝚘𝚔𝚒 𝙻𝚊𝚞𝚏𝚎𝚢𝚜𝚘𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora