45 | RAGNAROK

1K 105 35
                                    

CAPÍTULO XLV: RAGNAROK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO XLV: RAGNAROK

—Mia Odinson—

Otro día más, otra aburrida rutina.

Wong me había propuesto ayudarle en la biblioteca para mantener la «mente ocupada». Al comienzo lo vi como algo entretenido, total trabajé antes en una biblioteca y me gustaba.

Pero definitivamente ya no era la de antes.

Moví los libros de la repisa hacia un pequeño mueble a un lado, lo único que hacía en estos días trabajando con Wong era mover libros.

Heimdall no había respondido a mis llamadas, cosa que me hacía enfurecer. No sabía que ocurría en Asgard, pero lo que más temía era que él estuviese muerto.

Si él estaba muerto, no habría manera de volver a Asgard. Y peor, eso podría significar que tanto Loki como Thor, podrían haber muerto también.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo con solo imaginarlo.

Me senté en el viejo sillón que estaba en la biblioteca, Wong no me hizo caso y siguió con lo suyo. Cerré los ojos y me estiré ligeramente hacia atrás para intentar por millonésima vez contactarme con Heimdall.

Para mi sorpresa, si contesto.

•••

—Heimdall, ¿Qué ocurre? — observe hacía los lados, las personas corrían desesperadas por el Puente Arcoíris. Sabía a donde se dirigían, tratarían de escapar de Asgard. —Hela, ¿Dónde está?

—Está en el palacio, peleando con Thor.

—¿Thor está ahí? ¡Debes llevarme!

—Lo sé. Por eso te contacte, prepárate.

•••

Antes de que pudiera preguntar algo más, la fuente de luz apareció envolviéndome y elevándome por el aire. Sonreí al notar que por fin iba a Asgard. Mi ropa era cambiada por mi antigua armadura.

Estaba lista para la pelea.

Aparecí sobre el Puente arcoíris mientras me balanceaba algo pérdida, suspiré y me incorporé para observar a Heimdall a mi lado mientras que los Asgardianos se encontraban detrás ocultándose del peligro.

—Eso fue rápido. — Heimdall sonrió, observo hacía adelante e hizo detener la caminata de la gente. —¿Qué ocurre?

—El lobo.

Mire hacia donde señalaba, había un lobo gigante corriendo hacia nosotros. Tome mi espada y me preparé a su lado, si está era la forma de morir. La tomaría.

Las personas comenzaron a gritar, observe a Heimdall quién se veía seguro e imite su pose para sentirme algo más confiada. Estaba aterrada.

Una figura cayó frente al Gran lobo, haciendo que se detuviera y la olfateara. Estaba quieto, como un cuerpo muerto. No pude observar muy bien de quién trataba ya que el lobo volvió a correr hacia nosotros, antes de que pudiera alcanzarnos algo hizo que se fuera hacia atrás.

𝑺𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒕𝒖𝒚𝒂. (𝙻𝚘𝚔𝚒 𝙻𝚊𝚞𝚏𝚎𝚢𝚜𝚘𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora