Después de ser desterrado a Midgard por los eventos ocurridos en «Avengers», Loki tendrá que aprender a convivir con los mortales.
La perspectiva del Dios del Engaño será cambiada completamente haciéndolo dudar respecto a todo lo que a vivido y lo...
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CAPÍTULO XVII: RECUERDOS
—¿Ya llegamos? — era la décima vez que Loki me preguntaba aquello, sonreí mientras negaba nuevamente con mi cabeza haciéndolo resoplar exasperado. —Podríamos haber llegado con mi magia.
Me susurro al oído mientras observaba el autobús con mala cara. Loki tratando de socializar con el mundo exterior era demasiado cómico.
Este hombre tenía un gran problema con todo lo que se tratara de la tierra.
A excepción de mi.
—Ni siquiera conoces el lugar, o algún otro acá. No habríamos llegado.
—Pero nos hubiéramos divertido intentando. — me guiño el ojo. Era divertido observar su apariencia.
—Debo admitir que el cabello rojo te queda bien. — Loki rodó los ojos y sonrió.
Era peligroso que Loki se expusiera en su forma normal por la calle, él también lo entendía así que decidió por tomar otra forma con su magia.
Había encontrado una imagen de un chico en uno de los libros de mi habitación. Era un dibujo que había realizado años atrás de un personaje ficticio.
Era alto, ojos azules y con el cabello entre rojo.
Él había encontrado que era una magnífica opción de camuflaje, y más si lo había hecho yo. Únicamente fui capaz de sonrojarme mientras Loki cambiaba de forma. Es extraño ver en la vida real lo que había imaginado antes.
Aún así, seguía prefiriendo al verdadero Loki.
Le pedí que mantuviera sus ojos con su característico verde. Acepto a cambio de un beso.
Ahora íbamos en un bus recorriendo las deshabitadas carreteras de las montañas al norte. Un pequeño grupo personas nos acompañaban en el transcurso del viaje pero estos se encontraban inmersos en sus celulares por lo que no nos dieron su atención.
Cosa que agradecí ya que Loki los observaba malhumorado.
—¿Ya llegamos? — rodé los ojos mientras observaba por la ventana, estábamos cerca. —Me estoy aburriendo aquí.
—Lo sé, solo unos minutos más.
Reclamo en voz baja pero no insistió mientras tomaba mi mano entre la suya.
Divise un campo cubierto de flores y supe que habíamos llegado al fin.
—Vamos, tenemos que bajarnos.
Después de pedirle al chofer que nos dejara cerca de un camino de rocas, Loki comenzó a examinar el paisaje mientras seguía mis pasos sin reprochar.
Parecía encantado de la espléndida naturaleza, cosa que corroboraba.
—Estamos muy cerca. — tome su mano entrelazándola con la mía mientras me posicionaba más cerca de él. —Puedes dejar la magia, no hay personas cerca.
