10 | FUEGO

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CAPÍTULO X: FUEGO

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CAPÍTULO X: FUEGO

—Loki Laufeyson—

Mia se había ido hace unos minutos. Luego de nuestro beso algo subido de tono ella argumento que era mejor que descansara. Quería pedirle que se quedara conmigo, quería más de sus besos y caricias, pero no se lo dije ya que eso sería vergonzoso.

Además, un Dios no ruega.

Miraba el techo aún pensativo. Moví mi mano derecha haciendo que el humo verde apareciera en el y en un segundo surgí en un balcón bastante conocido para mi. Observé las estrellas en el cielo mientras que el lugar era iluminado levemente por unas velas a los costados.

—Madre. — Frigga apareció caminando hacia mi, me sonrió y se posicionó a mi lado observando de igual manera las estrellas.

—¿No es hermoso, Loki? — el estrellado cielo era lo que más me gustaba de Asgard. Sus estrellas, siempre constantes, hace miles de años, y seguían gustándome como la primera vez que las vi.

—Lo es. — Madre me miró sonriente mientras se sentaba en uno de los asientos que estaban a un lado. Me acomodé en otro a su lado y la observé.

—¿Como te encuentras, hijo mío?

—Bien. No ha sido tan infausto como pensé. — moví los hombros ligeramente. —Aunque extraño estar acá, contigo.

—Yo también te extraño Loki. — suspiró, volvió su mirada a las estrellas. —Volverás, sólo tienes que seguir cómo estás en Midgard. — sonrió. —Tal vez luego no quieras volver, y por una parte me aterra eso.

—No. Imposible. — negué reiteradas veces. —Lo que más quiero es volver a estar contigo madre.

—Hijo, hay muchas cosas que aún tienes que aprender. — me miró. —Se que no será fácil, pero de a poco tu corazón aceptará todo lo que está pasando y sabrás el verdadero significado de la vida.

—No comprendo. — hice una mueca, ¿Me estaba hablando de Mia?

—Se por lo que estás pasando, debes dejarte llevar. — bufé.

—No es tan simple madre, ella es una mortal.

—Eso es lo que menos importa mi amor. Si tú la quieres, podrán contra todo. — la mire extrañado, ¿Querer? Había pensado múltiples veces en lo que sentía respecto a la mortal, pero aún no podía aceptar que se tratara de amor.

—Ni siquiera sé si siento algo. — ella negó con la cabeza y me miró divertida.

– Se que lo sientes, solo que aún no lo aceptas. — me miró con cariño. —El amor no se trata de tiempo, se trata de intensidad. Es con cuanta intensidad quieres a alguien, y no importa si han pasado 2 días, 2 meses o 2.000 años. El amor se siente en el corazón, más allá de todo.

𝑺𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒕𝒖𝒚𝒂. (𝙻𝚘𝚔𝚒 𝙻𝚊𝚞𝚏𝚎𝚢𝚜𝚘𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora