23 | CONFESIONES

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CAPÍTULO XXIII: CONFESIONES

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CAPÍTULO XXIII: CONFESIONES

—Loki Laufeyson—

Me desperté por un tenue temblor bajo mi cuerpo.

Era Mía.

Me había quedado dormido sobre ella, tapándola con mi fría figura. Me removí, saliéndome de su interior y provocando que saliera un leve quejido de su boca, no se despertó pero volvió a temblar a causa del frío.

Tome la manta de la cama tapándola con esta. Mia se acomodó mejor sobre la cama. La observé dormir, se veía tan pacifica que lo único que pensaba era que la quería así toda mi vida.

Tenía miedo.

Miedo de que se enterara de la verdad y no me quisiera a su lado, que se diera cuenta que todo fue un engaño y que jamás me amo.

No lo podría soportar.

Sé que antes había dicho que la quería feliz, sin importar que fuera conmigo o no. Pero me había acostumbrado tanto a Mia, que se me hacía imposible imaginar un futuro donde la ojiazul no estuviera a mi lado.

El destino se reía de mi, una y otra vez.

Ella sin ser lo que buscaba, había terminado siendo todo lo que necesitaba.

Y maldecía a Odín por todo esto, aunque no sabía si hubiéramos terminados junto si ella se hubiera quedado en Asgard.

No podía con mis pensamientos. Cada uno me atormentaba más que el anterior haciéndome fantasear con miles de formas para escaparme de ahí junto a Mia, así jamás se enterase de nada.

Para que siguiera a mi lado.

Pero no podría, porque ella me conocía demasiado bien y comprendería que algo está mal. Con una mirada me podía derrumbar cuantas veces quisiera y no había nada que pudiera hacer para no caer a sus pies.

Estaba perdido por el amor de Mia.

•••

La dejé durmiendo, salí a buscarle algo caliente para comer en cuanto despertara.

Caminar por este castillo se me hacía vacío. Toda mi vida había recorrido este lugar pero seguía sintiéndose tan desolado como siempre.

Antes de volver, procuré ir donde Frigga. Necesitaba hablar con alguien, y ella era la única en quién confiaba aparte de Mia.

—Madre. — Frigga se dio vuelta, me sonrió extrañada mientras me acercaba a su lado.

—Pensé que no ibas a querer verme, Loki.

—No, tú no tienes la culpa de lo que sucedió. — la vista desde aquel balcón daba a todo el reino, a lo lejos se veía el Bifröst y el agua a su alrededor. —Necesitaba despejar mi mente un momento.

𝑺𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒕𝒖𝒚𝒂. (𝙻𝚘𝚔𝚒 𝙻𝚊𝚞𝚏𝚎𝚢𝚜𝚘𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora