Después de ser desterrado a Midgard por los eventos ocurridos en «Avengers», Loki tendrá que aprender a convivir con los mortales.
La perspectiva del Dios del Engaño será cambiada completamente haciéndolo dudar respecto a todo lo que a vivido y lo...
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CAPÍTULO XLII: ALMA GEMELA
—Mia Odinson—
Llevaba días acá.
No había manera de poder salir de este edificio.
Sentía tristeza. No había podido contactarme con algún guardia del Bifröst, lo que me hacía pensar qué tal vez Hela logró llegar a Asgard.
No sabía nada de Loki.
Aunque en mi interior sabía que estaba vivo, podía sentirlo a pesar de la distancia.
Y sabía que me estaba buscando.
Todo el día me la pasaba leyendo los libros que Wong me prestaba. Él por lo menos había sido alguien amable, bastante a diferencia de Strange que estaba constantemente serio.
Wong era alguien divertido.
Pero aún así, seguía melancolía al no saber qué sería de mi. Necesitaba volver, pero no podía. Todo lo que había leído, había fomentado gran conocimiento respecto a los mundos y la Tierra misma. Pero nada para poder ir a Asgard.
Ni siquiera sabía si Loki estaba ahí.
Ahora me encontraba acostada en la «habitación» que tenía acá. Era pequeña, no había nada por lo cual lucirse. Pero no me importaba, me recordaba a mi antigua vida.
Estar aquí en la tierra sin Loki, me hacía sentir de nuevo como antes. Triste y solitaria.
Cerré los ojos quitando esos pensamientos de mi cabeza, no quería imaginar lo que sería de mi si no podía volver.
Si no podía ver a Loki otra vez.
Repase una y otra vez Asgard. Pensé en los pasadizos de Loki para moverse de un mundo a otro, pero eso solo ocurría en la convergencia y ya había pasado años desde eso.
De repente una idea vino a mi.
Heimdall.
Él tenía el don de ver a todos. Sabía que estaba en Asgard, aunque no sabía exactamente en donde.
Pero él era mi manera de volver.
La única.
—Heimdall, vamos. — cerré los ojos llamándolo, sería algo complicado pero sabía que me oiría si insistía. —Heimdall, soy yo. Mia.
Luego de varios segundos donde rogaba mentalmente. Logre comunicarme con él, pero no solo eso, me convertí en sus ojos.
•••
—Heimdall, ¿Qué sucede?
Observe a través de él como las personas corrían para protegerse. Todos seguían a Heimdall mientras este avanzaba por el bosque de Asgard guiándolos.
