Entre Papeles y Café (Gumshall/AU)

27. Año nuevo, vida nueva

La semana pasó incluso más rápida que la anterior, aunque fuese la última semana del año fue igual de agotadora que las demás. Y ya siendo viernes y pasado el mediodía Marshall se aburría esperando a que su pareja concluya con las tareas del día.

— Creo que éste será el año... —murmuró ya como un pensamiento filtrado de su cerebro.

El pelirosa volteó a verle esperando a que continúe, el azabache le devolvió la mirada y Gumball habló dándose la vuelta— Detesto cuando te haces el misterioso sobre algo sólo soltando frases al aire.

— ¿Ah? No es eso, solo estaba dándole demasiadas vueltas a un asunto.

— Podrías compartirlo conmigo. —dijo mientras continuaba tecleando.

— Aún no terminas, no debería desconcentrarte.

— Exacto, así que déjame terminar y luego tendrás absolutamente toda mi atención.

Marshall sonrió al oírle y luego se acomodó un poco en su silla con ruedas. Se acercó al menor y susurró— ¿Absolutamente toda tu atención? —ronroneó muy cercano a su oído.

— S-Si... —soltó junto con un suspiro algo tembloroso.

Marshall sonrió y se acercó un poco más, comenzó a besar suavemente el cuello de su pareja ralentizando la escritura de éste y ruborizandole.

Soltó una risita cuando finalmente el menor movió su cabeza a un costado, estirando un poco su cuello y dando más lugar a que los besos del azabache avancen.

— Siempre tan insaciable... —murmuró aún cerca de su oído. Y al escuchar que el menor chasqueaba la lengua, se aproximó a su lóbulo y lo mordió ligeramente arrancándole un pequeño quejido.

— Basta, Marshall. Déjame terminar esto. —bufó finalmente.

El azabache rodó los ojos pero aún así se mantuvo cercano, viendo al pelirosa trabajar.— Te equivocaste.

— ¿Huh? ¿De qué hablas? —le preguntó confundido.

— Tecleaste mal. —dijo ahora señalando la pantalla— Hace unos cinco renglones.

El pelirosa miró con atención la pantalla y luego el papel de donde copiaba— No, no copié mal, tú observaste mal. —dijo ya un poco harto al ver la sonrisita burlona del mayor.

Pero antes de que cualquier risa o comentario apareciera, la puerta del lugar se abrió dando paso a su superior.

— Buenas tardes. —le dijo a ambos con una sonrisa.

Tanto Marshall como Gumball quedaron algo rígidos ante la cercanía que poseían, aún asi respondieron al unísono— Buenas.

— ¿Cómo va su último día de capacitación? —preguntó cruzando sus brazos y acercándose a paso lento.

— Bien. —respondió rápidamente el menor.

— Sí, justo ahora estaba en medio de un control concurrente de lo que hace aquí el señorito. —sonrió Marshall, mientras que su compañero rodaba los ojos y el superior de ambos sonreía ante todo ello.

— Me alegra oír eso. —mencionó y luego agregó— Y ya que es el último día del año laborable, venía a desearles un próspero año nuevo y que puedan estar junto a su familia y seres queridos.

La pareja sonrió y le respondió un "Igualmente" totalmente sincronizado.

Y antes de retirarse les habló— Si es que terminan temprano, tienen mi permiso de irse. —les guiñó un ojo y una vez que el par de subordinados les agradecieron alegremente, se fue del lugar cerrando la puerta con suavidad.