Había soñado con un lugar donde mis padres seguían queriendome como a un hijo, donde las drogas aún no habían tocado ni un mililitro de mi sangre, donde mi corazón estaba completo.
El sueño terminó y la realidad me golpeó cuando desperté.
Estaba tan desorientado que ni siquiera sabía en qué día estaba, o lo que había hecho el día anterior.
Traté de abrir los ojos, pero fuertes pinchazos invadieron mis sienes, y la luz que entraba por la ventana era jodidamente cegadora.
Bufé alto, y estiré los brazos sobre mi cabeza para deshacer el entumecimiento en mis músculos.
Entonces caí en la cuenta de donde estaba cuando vi las vías colgando de las venas de mis brazos.
El hospital.
Miré a mi alrededor. Todo de color blanco, olor a desinfectante, máquinas estúpidas haciendo ruidos, y un sillón.
Zayn dormido en ese sillón.
Se le veía tan pequeño y vulnerable que temí por mi vida cuando vi como poco a poco, como un niño pequeño, abria sus ojos oscuros.
Frunció un poco el ceño y miró la situación. Se le veía desorientado, al igual que a mí. Me miró a los ojos, estos con grandes ojeras e hinchados, pues se notaba que había llorado como nunca en su vida. Dio un sonoro bostezo y rascó su barba de varios días.— Joder, hijo de puta— dijo, levantándose y acercándose a donde yo estaba tumbado —, no sabes el puto susto que me distes ayer, mierda.
Zayn y sus buenas palabras.
Me encogí de hombros.
— No entiendo qué hago aquí. Quiero irme a casa— le dije, moviéndome de mi sitio como si el colchón quemase.
— Eh eh, no te muevas de ahí — reprochó poniendo una mano en mi pecho, sin dejarme escapatoria —. Qué quieres, ¿que te deje ir a casa y vuelvas a hacer una gilipollez? Ni de coña.
Vi en su mirada la tristeza que guardaba por haber intentado quitarme la vida. No iba a juzgarlo, entendía lo que sentía.
— Quiero irme de aquí, Zayn. No... No me siento cómodo — murmuré avergonzado. Probablemente, en aquel entonces tenía las mejillas un poco sonrojadas, pero la realidad era que quería llorar, me sentía inútil allí metido.
— Harry, te quedarás aquí hasta mañana. ¿Sabes lo que sentí ayer cuando volví a tu casa para coger las llaves de mi tienda, y vi que no estabas? Jo-joder Harry— dijo con el corazón encogido y la voz entrecortada, como si estuviera volviendo a vivir en su mente aquel momento, y pude notar el rencor en su voz grave—, me dio un puto infarto. ¿Sabes lo que hubiese pasado si tú... Si no hubieran podido reanimarte esos doctores? Mierda, yo sería una mierda de persona. Me sentiría un mal amigo, joder, y ni siquiera...
— No eres un mal amigo — lo corté serio—. Hubiera muerto o no, no eres un mal amigo.
Levantó los brazos en modo de protesta, alterado. Bufó.
— ¡Pero lo habría sentido! Porque tú no habrías estado aquí para decirme que soy un buen amigo.
Lo miré tratando de encontrar una mirada tranquilizadora. Me molestaba que tratase de hacerse la víctima cuando el que sufría era yo.
— Si sabes que esto no lo he hecho por ti, ¿por qué tratas de echarte la culpa? Zayn, estoy en la puta mierda, ¿vale? Si siento que todo me está ahogando, no tengo que darte explicaciones. Tú no tendrías que haber vuelto a por las malditas llaves y así yo podría...
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In My Blood
FanfictionPRÓXIMAMENTE EN MI PERFIL: En nuestra sangre (Adaptación de In My Blood) "In my blood" sigue la vida de Harry, un chico con adicciones que busca una salida para toda la miseria que apareció en su vida tras atravesar un trauma a los 14. Después de u...