La alarma resonó por toda mi habitación.
Estiré el brazo, y a tientas busqué el despertador que no paraba de joder.
No lo encontraba, pero por tal de no abrir los ojos seguía moviendo mi brazo sin parar.
Al final tuve que despertarme del todo porque no encontraba el maldito botón.
Cuando mi habitación se quedó por fin en silencio me estiré para desentumecer mis músculos, agarrotados por haber dormido intacto toda la noche.
Miré mi habitación, orientándome.Hoy había quedado con Louis para hacerle una sesión de fotos.
Al recordar eso, sin un por qué, me puse nervioso.
Temía que todo saliese mal.¿Por qué era siempre tan pesimista?
Me levanté finalmente y salí descalzo al pasillo, rascando mi cabeza, acomodando mi alborotado pelo y bostezando sonoramente como un oso que acababa de hibernar.
Había silencio y malestar.
Zayn no estaba.
Seguramente estaba trabajando.Me dirigí a la cocina.
Tras prepararme un café ardiendo me senté en mi cómodo y privado sillón.
No comí nada porque era incapaz de desayunar cualquier día del año.
Aproveché ese pequeño momento para fumarme un cigarrillo, tranquilo.Me paré entonces a pensar en todo lo que había cambiado en, al menos, dos meses.
Nunca lo había pensado realmente, pero lo había hecho, había cambiado.
Antes normalmente no desayunaba, ni siquiera preparaba café caliente por las mañanas. Solía despertarme cerca de la hora de almorzar o por la tarde, porque me quedaba despierto en la madrugada tomando alcohol y llorando. A veces estaba en casa encerrado durante días sin ducharme ni comer porque las drogas me dejaban en estado de shock, me dejaban tirado en la cama sin poder moverme, alucinando, o llorando, o tratando de perder el conocimiento.
Pero las cosas ya habían cambiado.
Tal vez no al cien porcien, pero aquello era un gran avance.Después de pensar durante al menos 45 minutos, dejé la taza sucia en la mesa y me fui a darme una ducha.
El agua caliente nunca venía mal.
Conseguía aclarar mi mente, tener la cabeza ordenada, pensar.
Tal vez las cosas no estaban yendo tan mal como yo pensaba, y a lo mejor era demasiado pesimista a veces.Luego recordé a mi familia.
Bueno, a mi madre y a mi hermana.
Después de la muerte de mi padre, no había sabido nada más de aquellos que solían conformar mi hogar en el pasado.
Ni siquiera sabía donde estaba mi padre enterrado, pero deseaba que todos estuvieran bien y a salvo.
A pesar de que mis padres siempre habían querido lo peor para mí, yo siempre había deseado lo mejor para ellos.
Y mi padre se merecía lo mejor porque él nunca había sido mal hombre conmigo.
La mala de la historia había sido mi madre.Me vestí de manera simple: un jersey verde, unos pantalones ajustados negros, y un beanie simple de color oscuro.
Hacía frío, y pretendía hacer las fotos en un lugar donde apenas llegaba el sol.Miré el móvil.
Eran las 11 a.m.
Louis estaba al llegar.Calmé mis nervios con otro cigarrillo.
Bien Harry, todo va a estar bien, nada va a salir mal.
Y antes de salir, no olvidé coger mi cámara, varios objetivos, y su correspondiente funda.
Iba a ser un día movido.Entonces escuché el claxon de un coche a las afueras de mi edificio.
Justo a tiempo.
Salí de casa nervioso, y bajé las escaleras tratando de no tropezar y partirme la cabeza con el filo de uno de los escalones.
Luego, salí al exterior y el frío me azotó tan fuerte, que tuve que abrazarme a mí mismo.
Observé al muchacho apoyado en el capó del coche, con los brazos cruzados sobre su pecho.
Estaba sonriente y resplandeciente, con su cabello peinado salvajemente y su nariz roja por el frío. Además, llevaba una chaqueta del color de sus ojos
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In My Blood
FanfictionPRÓXIMAMENTE EN MI PERFIL: En nuestra sangre (Adaptación de In My Blood) "In my blood" sigue la vida de Harry, un chico con adicciones que busca una salida para toda la miseria que apareció en su vida tras atravesar un trauma a los 14. Después de u...