34.

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Desperté de un salto y casi caigo al suelo de la manera más rara y patética que existe.

El sonido de mi teléfono resonaba por toda la sala y me había asustado tanto que por poco me da un infarto.
El sonido cesó varios segundos más tarde.

Miré a mi alrededor algo desorientado y vi que no estaba en mi habitación ni en mi cama.

Oh, me había quedado dormido en el sofá.
Genial.

Miré la hora.
Eran las 5:45 de la mañana. ¿Pero qué cojones? La alarma debía sonarme a las 8:00 para ir a trabajar.

Me incorporé de nuevo en el sofá, pero por desgracia el teléfono volvió a sonar estrepitosamente.
Lo cogí con mala gana y descolgué la llamada.

— Hola — bostecé sonoramente acomodando mis rizos mientras trataba de encontrar una buena postura en el sofá para volver a dormir.

— ¿Señor Harry Edward Styles?— habló una voz femenina al otro lado.

Fruncí el ceño y dejé de estar tumbado  para sentarme lentamente.
¿Quién era esa señora y por qué me llamaba a las 5:45 de la mañana?

— Ehm... Sí, soy yo — afirmé, y toqué mis labios nervioso.
La incertidumbre me estaba matando y me estaba poniendo ansioso.

— Buenos días. ¿Usted conoce a Zayn Malik? Encontramos su número el primero en la agenda de contactos, como marcación automática.

En cuanto nombró a Zayn sentí un pinchazo de nerviosismo en el estómago.

— Sí, conozco a Zayn. ¿Qué ocurre?

El corazón me iba a mas de mil por hora. ¿Qué estaba ocurriendo? Me estaba asustando y estaba al borde del ataque de ansiedad.

— Lo llamamos desde el hospital de la ciudad. Zayn Malik tuvo un accidente ayer a las diez de la noche en una de las carreteras principales de la ciudad con una moto negra. Hemos estado buscando a sus familiares pero no hemos obtenido resultado, así que tú eres lo más cercano que hemos logrado encontrar. Solo llamabamos para dar la noticia.

¿Había tenido un accidente?
Por eso no había venido por la noche...
Por eso el no había llegado con la cena.

Me quedé congelado por unos instantes. Parecía como si el dolor y aquellas palabras se hubieran quedado metidas en mi pecho dándome punzadas en el corazón.

Supe que había empezado a llorar cuando las lágrimas llegaron hasta mi boca dándome un sabor salado.

No podía mantener la respiración a raya, me estaba agobiando y quería salir corriendo de mi casa pero mis piernas no me lo permitirían.

Yo solo guardé silencio y lloré, aún no me podía creer que Zayn estuviera en el hospital. Sentí que si él moría yo moriria detrás, no podía permitírmelo.

Un carraspeo me devolvió a la realidad.
— Señor, ¿sigue ahí? — preguntó desconcertada.

— S-sí ¿C-cómo está? — pregunté con la voz entrecortada. Lo único que me importaba en ese momento era Zayn.

— Lo siento señor Styles, no puedo decírselo ahora mismo. Será mejor que usted mismo venga y hable con el médico que lleva su caso. Tenga una buena mañana.

La mujer colgó y me dejó con el corazón partido en dos.

Mi única reacción en ese momento fue lanzar el teléfono lejos de mi alcance y comenzar a llorar con mucha fuerza.
Escuché un crack y probablemente la pantalla de mi móvil se había roto, pero me daba igual en ese momento.
Estaba llorando más que cualquier otra vez que yo recordase.
Me sentía como una mierda, sentía que ya nada tenía sentido si Zayn moría, y es que necesitaba tenerlo siempre a mi lado.

In My BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora