Ubicado en el condado de Mercer y perteneciente al estado de Nueva Jersey está el municipio de Princeton. Mayormente conocido por ser una ciudad universitaria. Pero más que albergar estudiantes, Princeton era la cuna de una gran comunidad formada por toda clase de personas que disfrutaban de una vida tranquila. Cada persona en la comunidad aportaba algo para su desarrollo; el pastor brindaba motivadores discursos dominicales en los que compartía un poco de la sabiduría que le había llevado toda una vida conseguir, el medico podía sanar a quienes lo visitaban preocupándose por algo mucho más profundo que su anatomía, escuchándolos y brindándoles un trato digno y consiente acorde a las posibilidades que tenía cada uno.
Jerry Finnigan era el psicólogo perfecto que tristemente carecía de un título que lo avalara en los consejos que solía dar en el resguardo de Finnigan's el punto de reunión de todos al término de un duro día de trabajo. Arthur Jonhson, contratista de profesión y el favorito de las señoras a la hora de realizar esos pequeños trabajos que el jefe de familia no creía importantes y que sin embargo lo eran. Connor Benward joven bombero y participante activo de cualquier movimiento en el que pudiera ser de ayuda, Madison Lockhart veterinaria, Abigail Stateman paramédico, Benjamin Russel abogado, Leonard y Susan Gale dueños de la tienda de comestibles más grande del pueblo, Jade y Stella ambas dedicadas por entero a la gastronomía y orgullosas propietarias de la pastelería Jella's s en donde se podían encontrar los mejores postres y golosinas de todo Princeton.
Cada uno de sus habitantes podían describirse a sí mismos como indispensables, sin embargo, había cargos que no podían ser pasados por alto debido a la importancia y al impacto que sus trabajos tenían con el resto de la población. Uno de esos cargos importantes lo ostentaba Gregory Benson, jefe del departamento de policía y considerado como un pilar fundamental para mantener a la comunidad en pie. Gregory poseía un alto sentido de justicia que era bien admirado por todos, esta era aplicada sin distinción alguna contra aquellos que quebrantaran la ley.
En un pueblo donde nunca pasa nada Greg tenía un lema que lo describía a la perfección "De acuerdo con el crimen esa es la pena que imputar"
Ente los trabajos importantes y de gran cargo social que poseía el pueblo estaba el de Lauren, que si bien era tan simple como acudir a la escuela y dar clases, para la comunidad era sumamente elogiada debido a la cantidad de jóvenes que intentaban seguir la estela que ella misma iba dejando con cada palabra que salía de su boca.
Lauren Jauregui. Profesora dedicada, amiga confiable y novia amorosa, todo en su vida estaba en un perfecto orden.
Pero citando a Bridget Jones: Es una verdad universalmente reconocida que cuando un aspecto de tu vida empieza a ir bien hay otro que va desastrosamente mal.
Esto nunca había sido tan cierto hasta ahora que Lauren comenzó a vivirlo en carne propia; su vida profesional era una escalera interminable hacia el éxito en la que cada mañana adelantaba un peldaño más. Pero sus relaciones en cambio no hacían sino caer en picada. Por esa razón es que Lauren Jauregui se dirigía a la estación de policía. Porque un aspecto fundamental de su vida estaba cayendo al abismo tan rápido que temía no poder detenerse a tiempo.
Con una lentitud nada propia en ella Lauren abrió las puertas del auto de Kelsey y bajó sintiendo a cada momento la mirada especulativa de su amiga tras el volante. Lauren podía haber dicho algo, molestarse por la excesiva atención que le estaba siendo brindada, podría gritar, patalear e inclusive maldecir, pero no lo hizo, se mantuvo callada y serena hasta que estuvo completamente fuera del auto. Se inclinó a la altura de la ventana y luego se recargo en ella, miró a Kelsey con una sonrisa incomoda que rápido fue correspondida y agradeció por el viaje.
-¿Segura que no quieres que me quede? - Lauren negó. -Bien, pero mañana tendrás que contarme cada detalle.
-¿Que puede haber de interesante en la devolución de un auto robado, Kelsey? -la profesora Holt se encogió de hombros y Lauren soltó una pequeña risa. - Esta bien, tú ganas. Prometo que te contare cada detalle, pero ahora tienes que irte. Blake te necesita
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It Will Rain (Camren)
Fanfiction"Una mentira no tendría ningún sentido a menos que sintiéramos la verdad como algo peligroso" Lauren intenta encontrar la verdad entre toda la destrucción que dejó su relación con Camila. Un paso mas cerca se resume en una cadena de sucesos que la...