Capítulo XXX parte 3 "Say You Won't Let Go"

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Durante los días siguientes la comunicación entre ambas fue prácticamente nula. Lauren había tenido suficiente con el fiasco de haberse vestido y preparado para una propuesta que jamás llegó por lo que dejo de insistir, mientras que Camila seguía manteniéndose al margen, siempre inventando trabajo en la oficina que la hacía salir muy tarde. Las únicas conversaciones significativas que mantenían eran cuando la morena avisaba que no iba a llegar a casa esa noche o simplemente para decir "estoy bien" no quería volver a cometer el error de "San Valentín y preocupar a Lauren y a su familia por nada.

Cuando llegaba del trabajo Lauren se encontraba con un hogar vacío y oscuro, el cual se encargaba de iluminar y volver cómodo por las horas en las que estuviera ahí. Ya no cocinaba la cena para dos y aquello además de sentirse extraño, dolía. Era como si todo lo que Camila y ella habían construido en años y años de relación se derrumbara en cuestión de segundos y dejara tan solo cenizas en su lugar. Se había convertido en una especie de rutina llegar, abrir la persiana, encender la cafetera y seleccionar en la aplicación de música algún álbum que la hiciera relajarse lo suficiente como para ser capaz de levantarse del sofá y preparar la cena.

La mayor parte de sus tardes las pasaba en la sala frente al televisor con un plato de fideos chinos o pasta boloñesa mientras revisaba las pruebas de sus estudiantes. Por lo que aquella tarde al llegar del instituto le pareció raro encontrar a Camila recostada en el sofá. Iba vestida con un pantalón de franela que reconocía como suyo y una sudadera negra en la que se podía leer "I Love NY" mientras veía por millonésima vez Forrest Gump.

Ante la escena que se desarrollaba justo frente a sus ojos Lauren no sabía cómo reaccionar, tenía tantas dudas y lo cierto era que se sentían como años desde la última vez que ambas habían estado en la misma habitación.

La pequeña parte loca de su cerebro, esa que se aferraba a las posibilidades y que era una amante de las esperanzas empezó a dar saltitos cuando Camila giró la cabeza en su dirección, entonces los saltitos se convirtieron en piruetas al mismo tiempo que una sonrisa tímida se abría paso en la boca de su novia.

Quizás, no todo estaba perdido.

—Llegaste temprano. —pronunció luego de unos minutos en silencio.

Con una torpeza que era muy extraña en ella entro al departamento y dejó las llaves en el bowl de la mesilla junto a la puerta y enseguida colgó su chaqueta en uno de los ganchos libres del perchero.

—Mason me dio el día libre. — dijo indiferente sin darse cuenta de la mueca de disgusto que Lauren puso cuando escuchó el nombre de su jefe. —A su parecer trabajo demasiado y no puede pagarme tantas horas extras. Así que aquí estoy, espero que no te moleste.

—Esta es tu casa también, Camila. — admitió con pesar mientras caminaba a la cocina y suspiró antes de seguir hablando. —Lo es a pesar de que ya no pasas tiempo aquí.

Mientras se alejaba, Lauren pudo oír el gruñido de irritación en la garganta de Camila y justo después el sonido de sus pisadas acercándose rápidamente. Su corazón latía errático dentro de su pecho con la mirada fija en la puerta, tan solo esperando la inminente discusión. Esperó que la puerta se abriera y que el huracán Camila empezara a arrasar con todo, sin embargo, la morena no apareció y ella no pudo evitar sentirse un tanto decepcionada de sí misma por no haber podido infundir algo más que indiferencia en su novia.

Lauren abrió el refrigerador y sacó los ingredientes para preparar un delicioso y nada saludable "chili con carne" era lo mejor que se le pudo ocurrir mientras admiraba los escasos productos que tenía a la mano. Llevó las cosas a la mesada y entre picar y verter ingredientes y especias a la sartén el tiempo pasó. Sonrió ante su humeante creación y justo antes de que se sirviera su habitual plato de comida y siguiera con su rutina diaria, recordó la presencia de Camila en la sala y aun con dudas en su cabeza decidió ofrecerle un poco de su comida como una ofrenda de paz.

It Will Rain (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora