It Will Rain (Camren)

Capítulo XLVIII -The Hanging Tree

—Ese cuadro es tonto. — al reconocer la voz Kelsey sonrió, pero no mostró signos de haberla escuchado. — ¿Por qué una jirafa usaría un traje con corbata, sombrero y gafas? ¡No tiene sentido!

—El arte no tiene sentido.

—Pero alguna explicación debe tener.

—Si, la tiene.

—Dime cual es.

—Que me gusta.

—Pero es estúpido.

—Arte; es atribuir valores espirituales a un objeto, es todo aquello que te hace sentir, el arte es lo que yo quiero que sea.

—Así que todo lo que me hace sentir...— repitió Nicolette para sí misma deteniéndose frente a la enorme pintura que decoraba el aula de Historia. La analizó por varios minutos y de posiciones distintas, se tomó el tiempo de conversar silenciosamente con la pintura y cuando Kelsey pensó que Daddario podría experimentado una nueva sensación, esta volvió a hablar. —Tienes razón Kels, me hace sentir tantas cosas. — pronunció emocionada. —Me hace sentir estúpida por dedicarle tanto tiempo, me produce náuseas y ansiedad porque una jirafa no puede llevar un traje. No me gusta, por favor quítala.

—A mi tampoco me gusta el cartel de "Breaking Bad" que tienes en tu clase, pero no por eso te pido que lo quites.

—Sabes que si tú me lo pidieras yo...

—¿Lo quitarías por mí? — inquirió la rubia con una sonrisa ilusionada y Nicolette se soltó a reír.

—Ni en un millón de años, pero ver tu rostro esperanzado me hizo muy feliz. Gracias.

—Cuando quieras, cariño. — respondió con coquetería mientras recogía los restos de cartón y papel burbuja en el que venía envuelto el cuadro y los llevaba directo al cesto de basura. —¿Vas a decirme que es lo que haces aquí? Pensé que estarías desayunando con tu novia en el aula de profesores.

—Lauren y yo lo dejamos anoche. —aquel tono indiferente consiguió llamar la atención de la rubia quien volvió sobre sus pasos y se enfrentó a la mayor. — ¡¿Que puedo decir?! Soy demasiada mujer para cualquiera.

—¿Estás bien?

—¿Debería estar mal?

—¿Cómo está Lauren?

—No tan mal como debería. —el ceño de Kelsey se frunció y Nicolette se encogió de hombros. — Me refiero a que ni en cien años va a poder conseguir a una mujer tan atractiva e inteligente como yo, debería estar llorando a mares y subiéndose por las paredes, pero no, en su lugar está perdiendo el tiempo dando tutorías a los tontos de la clase.

—¿Por qué ...?

—¿Por qué rompimos? —terminó por ella y Kelsey asintió.

—Ya te lo dije, soy demasiada mujer.

—Ahora la explicación real.

Nicolette suspiró y con absoluta desgana se dejó caer en el primer pupitre que encontró. La mirada de Kelsey la siguió de cerca mientras que sus manos nerviosas jugaban con un pedazo de papel burbuja.

—Nos besamos. —admitió con timidez alejando su mirada de la rubia. —Y yo pensé que iba a ser la mejor cosa del maldito mundo. Por qué ¿quién no querría besarla? ¡Es Lauren Jauregui por dios! Pero cuando el momento llegó y nuestros labios se unieron, yo no sentí absolutamente nada. Fue como si hubiera besado a mi padre o a mi estúpido hermano, a la pared incluso ¡asqueroso!

—¿Quieres decir que Laur no besa bien?

—¡Inténtalo tú!

— Lo siento, no volveré a meterme con tu novia.