Capítulo LVI

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Solo voy a dejar esto por aquí y me voy a ir lentamente....

Era víspera de año nuevo cuando la familia Cabello casi al entero se erguía con orgullo encima de un pequeño escenario justo en el centro del jardín, aparentemente listos para felicitar a los invitados cuando el reloj diera las doce. Todos a excepción de Camila se encontraban ahí.

—¿Dónde está tu hermana? —preguntaba Jared a Vanessa mientras se ocupaba de ocultar el micrófono con s mano para que nadie más escuchara su molestia. Vanessa se encogió de hombros sin saber que responder, la última vez que la había visto había sido hace tan solo unos minutos cuando se disponían a reunirse para la fotografía familiar antes de subir al escenario. —Ve a buscarla y no vuelvas sino es con ella.

—Yo iré papá, regresaremos antes del brindis. —se ofreció Sam y sin esperar una respuesta se bajó rápidamente del escenario para ir en busca de Camila, quien estaba recargada justo en el barandal del muelle con una copa de champán en su mano izquierda y el teléfono móvil en la otra. Su mirada se perdía en el oscuro, nublado e incierto horizonte y ante el desolado paisaje no pudo sino suspirar con resignación ante lo que estaba por hacer.

El reloj decía que faltaban diez minutos para la media noche y si se apuraba estaba segura de que la alcanzaría justo antes de que se olvidara por completo del teléfono y comenzara a disfrutar la noche junto a su familia, tal y como lo hacía cada año. La conocía tan bien que sabía que justo en aquel momento estaría aceptando la copa de vino que su padre le ofrecía nada más llegar a casa, mientras que su madre la ayudaría a quitarse el chaquetón negro que solía usar por aquellas fechas en las que la nieve reinaba con absoluto placer. Sonrió ante los recuerdos de años pasados y se permitió ser feliz por unos segundos, los suficientes mientras la llamaba se concretaba.

Mientras su madre se encargaba de su chaqueta Lauren atravesó la estancia de su antigua casa para finalmente reunirse con el resto de su familia. Estaba feliz de verlos, sobre todo a sus abuelos. Agradecía enormemente que todavía estuvieran con ella. Recargada en el marco de la puerta sonrió al ver como su abuelo abrazaba a su abuela y la mecía con suavidad al ritmo de Easily de Bruno Major para después hacerla girar sobre sí misma y finalmente acabar entre sus brazos donde la estrechó con cariño y reafirmó su amor con un tierno beso que Lauren aplaudió emocionaba llamando la atención de todos.

—Lauren, cariño. — dijo su padre deteniendo sus pasos y luego con una mirada señaló a su madre que la veía preocupada y extendía su teléfono en su dirección.

—No lo necesito, mamá.

—Pues al parecer alguien si te necesita a ti, cariño. —respondió con voz suave mientras le entregaba el vibrante aparato. —Anda, atiende la llamada y te esperaremos para cenar.

Sin otra opción más que aceptar las "ordenes" disfrazadas de petición de su madre, Lauren resopló con fastidio y aceptó resignada el teléfono. Saludó a sus tíos y abuelos con la mano mientras señalaba con apuro el teléfono y rápido desaparecía por las puertas corredizas del jardín. El frío característico de la temporada le dio la bienvenida y ante su fiero abrazo se arrepintió de haberle permitido a su madre despojarla de su medio de calor inmediato. Mientras se abrazaba a si misma frotando sus brazos con firmeza, el teléfono vibró en su mano. Sabía lo que vendría cuando descolgara el teléfono y no podría estar menos entusiasmada por ello. Aquel juego del silencio en un principio fue divertido pero con el paso de los días este ya comenzaba a cansarla, y aunque desesperadamente necesitaba respuestas no iba a ser ella quien hablara primero.

Entonces, con la esperanza de que aquella fuera la última vez y dispuesta a hacérselo saber a la morena, Lauren presionó "responder" y el inicio del fin comenzó.

It Will Rain (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora