Broken Silence.

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—Las próximas veinticuatro horas son vitales para la recuperación de la paciente doctora Hansen, y me temo que si no muestra mejoría no habrá nada más que podamos hacer por ella. Lo siento mucho.

Dinah se acercó a la doctora y con voz suave le pidió.

—Doctora Parsons ¿cree que pueda quedarme un poco más?

La pequeña mujer sopesó las posibilidades durante un segundo hasta que en un suspiro respondió.

—Cinco minutos es todo lo que puedo darle —concedió con voz tranquila y se dirigió a la puerta deteniéndose justo en el umbral donde se volteó para observarla.

La mirada de compasión que la doctora Parsons le dedicó a Dinah no hizo sino alterarla más. No entendía por qué se sentía tan desesperada y triste pero estaba segura de que si se giraba un poco y veía a la persona que estaba tendida en la cama, sus dudas se responderían y esa sensación de tristeza y desasosiego por fin se iría de su cabeza. Esperó pacientemente hasta que la puerta se cerró frente a sus ojos y entonces lentamente y como si no quisiera o tuviera miedo de ver a la paciente en la cama llevó su mirada al cuerpo casi sin vida que dependía de un par de máquinas y respiró hondo. Como de costumbre sus ojos analizaron los signos vitales en la pantalla, revisó que el gotero que le proporcionaba suero y medicamentos a la paciente, estuviesen bien colocados y cuando ya no hubo más en lo que distraerse Dinah supo que era hora de enfrentarse a la verdad. Sostuvo la pálida mano entre las suyas y la frialdad que desprendían le erizó cada vello de su cuerpo. Sus ojos se deslizaron por el brazo y luego el cuello, detalló esos labios rosados que tan conocidos le parecían y esa pequeña y respingada nariz que tanto eco le hacía en sus recuerdos.

Finalmente unió su mirada con los parpados cerrados del cuerpo tendido en la cama y justo cuando iba a abrir la boca para proferir un grito ante el descubrimiento, la paciente abrió los ojos asustada y contrario a lo que Dinah esperaba, el destello de un reflejo azulado proveniente de esas maravillosas estrellas le arrebató el aliento y la hizo despertar al instante solo para encontrarse con una mujer de estatura media, pelirroja y de complexión atlética que vestía el uniforme típico de la aerolínea, sus ojos azules eran los mismos que los de la mujer en su sueño, mismo que ya no se sentía como tal.

—¿Se encuentra bien señorita?

Aun desconcertada por todo lo ocurrido Dinah asintió sin saber muy bien cual había sido la pregunta y mientras se frotaba los ojos buscando volver a la realidad la sobrecargo se perdió en el pasillo y volvió a los pocos segundos con un vaso con agua en su mano, cuando estuvo frente a ella le extendió la bebida y le obsequió con una sonrisa amable que la doctora replico torpemente.

—¿Dónde estamos? —averiguo bebiéndose de un trago el contenido del vaso y mirando a su alrededor, el avión estaba vacío y por lo que imaginaba hacía mucho que había dejado de moverse.

—Aeropuerto Internacional Libertad de —respondió con orgullo. — ¿Quiere que llame a alguien para que venga por usted?

—¿Newark dijo? —la chica asintió y Dinah gruñó en respuesta—¡Mierda! yo tenía que ir al aeropuerto de Princeton. ¿Cómo pudo pasar algo así? —se reprochó así misma mientras se levantaba del asiento y buscaba su pequeña maleta en el compartimento superior. — ¿Y dónde está todo el mundo?

—Aterrizamos hace casi una hora señorita. —los ojos de la doctora se abrieron en sorpresa. —Es mi deber despertar a todos y avisarles que llegamos pero usted se veía tan cansada que no tuve el corazón para hacerlo. —el silencio que recibió a cambio la hizo dudar—Me equivoque ¿cierto?

— No... si, no, sí. Quiero decir que si pero no. —murmuró y una vez más se dejó caer en el asiento con su equipaje descansado encima de sus piernas. —Si le soy sincera ni siquiera sé cómo conseguí un boleto y abordé el vuelo. No he dormido en casi tres... cuatro días, y lo último que recuerdo es estar en el hospital y luego está borroso. Espero no haber matado a nadie, pero la verdad es que lo dudo.

It Will Rain (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora