Capítulo LIV

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Desde que Baudelaire abrió sus puertas y durante la noche de Halloween el club hacía una fiesta de disfraces que atraía a propios y extraños. Todo el mundo estaba invitado siempre y cuando cumpliera con las normas básicas de convivencia que exigían respetar a todos por igual y en ninguna circunstancia recurrir a la violencia, además de esa sencilla norma lo único que restaba para ser bienvenido era llevar un disfraz y si era lo suficientemente original, a mitad de la noche este se iba a llevar una tarjeta de regalo para bebidas gratis durante dos meses.

Carteles habían sido pegados por todo el pueblo y volantes en los tableros de anuncios en las facultades así como en las fraternidades de la universidad, por lo cual el club estaría casi a reventar, ya que demás de San Valentín, Halloween era la segunda fecha más ocupada del año por eso Peter Lafleur junto con Crazy habían contratado un par de camareras y tres barwomans que ayudarían a las que ya tenían en la nómina. Camila Cabello no era especialmente nueva pero todavía seguía aprendiendo como lidiar con la cantidad enloquecedora de clientes que se amontonaban frente a la barra y gritaban por un trago. Dos semanas y poco más era todo el tiempo que la morena había sumado en experiencia y aun así el resto de las chicas la probaban a cada minuto con retos y preguntas que lejos de perjudicarla la ayudaban a crecer en conocimiento para que al final pudiera convertirse en la mejor barwoman que todo Nueva Jersey hubiera visto.


Cherub, Archangel, Seraph, Thrones eran las encargadas de la barra, en su mayoría profesionistas a excepción de Seraph que estaba próxima a graduarse de la universidad, cada una con trabajos y responsabilidades diurnas que disfrutaban hacer, pero ninguna cambiaría por nada la adrenalina y ese toque de picardía que trabajar en Baudelaire les daba. Eran felices siendo los ángeles de Peter y la principal de todos era Ángel, quien obtuvo el apodo nada más cruzar las puertas del club y compartir unas palabras con Peter quien enloqueció de emoción al enterarse que la estirada Camila Cabello quería formar parte de su ambiente de perdición. No hizo falta una entrevista pues la morena fue aceptada nada más pedirlo. Crazy al principio se mostró sorprendida pero al igual que su socio rápido entendió que Camila estaba buscando su sitio en el mundo y el club podía ser el primer paso para encontrarlo. Con el resto de Ángeles no fue tan sencillo pero tras dos días de haber convivido con la morena la aceptaron como parte de la familia y prometieron enseñarle cuanto sabían, todo esto sin imaginar que Camila iba a convertirse en una máquina para crear bebidas que se convertían en lo más pedido de la noche nada más ser probados por una boca ávida de nuevas experiencias.

Camila tenía un trabajo que disfrutaba con plenitud y del que esperaba obtener lo mejor, pero a veces antes de llegar a la meta lo peor llega a revolucionar tu mundo disfrazada de Afrodita.

8:59 pm

Ferrari

El club estaba lleno de afiches y posters con películas famosas y frases que daban mucho en que pensar. Hubo uno en especial que llamó la atención de Camila. Nada más ingresar al bar se detuvo frente al papel y lo analizó por varios minutos.

"Saber que vamos a morir lo cambia todo. Sientes las cosas de un modo diferente y las hueles muy distintas. Sin embargo, la gente no aprecia el valor de sus vidas. Siguen bebiendo un vaso de agua, pero no la saborean"

—Asusta un montón ¿cierto? —susurró Seraph en su oído haciéndola dar un pequeño salto para después girarse observarla con un deje de reproche en su mirada mientras respiraba agitadamente. —Es de la película Saw II.

—¡Te odio! — respondió llevándose una mano al pecho fingiendo molestia mientras se dirigía al cuarto de descanso que estaba dispuesto para ellas.

It Will Rain (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora