Capítulo LXIX "Something's gotta give" pt 2

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A las seis con treinta tal y como lo había prometido en su mensaje Tyra llegó. Estacionó a un costado de la propiedad y con cuidado de no arruinar su costoso vestido bajó del auto dirigiéndose lentamente hasta la puerta. Respiró hondo una y otra vez mientras los minutos de cortesía que había concedido terminaban, entonces tocó el timbre y con impaciencia aguardó a que Lauren apareciese frente a ella. Se sorprendió al verla vestir de manera tan sencilla cuando la ocasión era gigantesca pero rápidamente se olvidó de ello, los impulsos no eran buenos cuando se trataba de ella. Desde aquella vez Lauren se había vuelto perspicaz y dudaba mucho que le permitiese un momento incomodo más. Por lo tanto se dejó llevar y sonrió ante la mirada cargada de curiosidad que Lauren le obsequiaba.

—¡Te ves hermosa!—la elogió con una estudiado tono de admiración mientras se acercaba y le otorgaba los típicos besos de rigor al saludarse.— Cuando te dije que vistieras algo lindo no imaginé que me pasaría la noche cuidándote de miradas hambrientas.—un halago en el momento exacto siempre conseguía disfrazar la realidad.— Ni siquiera sé si yo voy a ser capaz de concentrarme contigo caminando de mi brazo. ¿Segura que no quieres ponerte otra cosa?

Había un ligero tono agresivo en su voz que torpemente intentó cubrir con una risa melodiosa, sin embargo Lauren lo pudo notar y de inmediato se apresuró a responder.

—Escucha Ty, ya no puedo hacer esto.

—No tenemos que salir si no quieres, Laur. Podemos pedir comida y ver una película.—propuso sin quererlo realmente.— Lo único que quiero es que tu estés bien.

El gesto conmovió a Lauren pero no permitió que eso la alejase de su verdadero propósito; romper con la doctora. Así que con todo el valor del que era dueña se dio una palmadita de animo y continuó.

—No se trata de eso, Ty. Me refiero a nosotras, a la relación que estamos llevando.

La intención era evidente por lo que Tyra la interrumpió. Se plantó firmemente frente a la profesora y con el tacto más suave que poseía comenzó a acariciar sus manos. Ambas mujeres se miraban fijamente, el verde de Lauren ejercía una fuerza aplastante sobre el café oscuro de Tyra que proyectaba una vulnerabilidad jamás vista. Por un segundo la profesora se perdió en ese mar de tristeza que rápidamente comenzó a tragarse su entereza, ya no estaba tan segura de lo que iba a hacer.

Quizás estaba cometiendo un error y con lo endeble que estaba su vida sabía que no podría soportarlo. Ya no había tiempo para equivocaciones.

—Yo sé lo que hice y sé también lo que vas a pedirme. Te prometo que no voy a oponerme pero tienes que darme una oportunidad, una noche, unas cuantas horas para demostrarte cuan arrepentida estoy.—la mirada de Lauren nunca se apartó de sus ojos, ahí estaba la única puerta a su alma y aun con todo el escepticismo que había en ella tuvo que admitir que había verdad en sus palabras. — Si ya sabemos el final que vamos a tener ¿Qué más da un par de horas en compañía de la otra? ¿Qué dices?—añadió con esa sonrisa encantadora que resultaba imposible de ignorar.—¿Me das una última noche?

Lo que ofrecía Tyra era la mejor salida que Lauren pudo imaginar, sin peleas, ni gritos y mucho menos rencores y dramas innecesarios. Prácticamente le estaba obsequiando la cura para su enfermedad inmediata en el mas bonito papel de envoltura ¡y gratis! Solo una tonta rechazaría tan apetitosa oferta.

—Una cita mas nunca mató a nadie ¿cierto?—masculló con una sonrisa mientras aceptaba la mano que Tyra le tendía para después darle un fuerte apretón que sellaba su destino.

Sin embargo Lauren olvidaba que por muy atractivas que fuesen las ofertas estas solían durar demasiado poco.

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It Will Rain (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora