Por la mañana, Corny se levantó muy temprano antes de la hora del desayuno. Quería probarse su traje nuevo en la privacidad de su alcoba y aprovechó que Bloom a esa hora seguía dormida. Quiso pensar que era más cómodo tener la primera impresión antes de que su hermana la viera.
No le costó mucho ponerse el traje. Tal como supuso, la tela era cómoda, flexible y para su desgracia, sexy. Se miró al espejo mientras se puso las botas y amarró las agujetas que complementaban su apariencia. Los colores oscuros le ayudaban a que su rostro pálido y su cabello resaltaran, al igual que el grisáceo de sus ojos cubiertos por largas pestañas negras. Le gustó la chica que la miraba a través de ese cristal, y se sintió como una mujer fuerte y valerosa.
Por último, se acercó a su cama y de ella levitó un cinturón color negro, con bordados alusivos a la naturaleza y una hebilla de plata con la forma del escudo del clan. Se lo abrochó hasta que la tela se les pegó a las caderas y se recogió el cabello en una cola alta. Hoy le tocaba supervisar que su armadura y la de Pearl estuviera lista, para salir lo antes posible. No olvidó ponerse en el cuello el amuleto de zafiro que representaba su elemento de la "Suprema Eternidad".
Una última ojeada al espejo fue suficiente para que su seguridad dominara su mente y cuerpo. Repetidas veces se dijo las palabras que Lizzy le repetía todos los días cuando era más pequeña: «La vida nace de la esperanza, la esperanza se refuerza del valor, y el valor revela la magia de tu interior». Los habitantes de Hornland le llamaban "La Alabanza de la Salvación", que era lo que siempre los motivaba en los malos momentos y lo que consideraban como una forma de llamar a su ancestro creador de los unicorn.
Repentinamente, un destello de oscuridad opacó su reflejo. Corny agitó la cabeza y entonó los ojos hacia el espejo. No debía ser nada, posiblemente sólo su imaginación. Ignoró lo ocurrido para no preocuparse, pues supuso que, tras largas horas de práctica con su magia, quizá se trataba de una reacción de su imaginación. Era lo más lógico después de que lograra superar los dolores de cabeza.
En los establos reales, Pearl se encontraba con el herrero y otros sirvientes del castillo que ayudaban a ponerle la armadura. Fue un trabajo laborioso, pues a pesar de todo, Pearl todavía era una unicornio joven y no se resistía a juguetear mientras intentaban colocarle las herraduras y la testera sobre su cabeza.
Por último, las muchachas se encargaron de pulir el fino y resistente metal que cubría casi todo el cuerpo de Pearl, e hicieron reverencia en cuanto la princesa Corny entró a los establos. Con igual cortesía, Corny saludó al herrero, quien le aseguró que también su armadura estaba lista y en pocos minutos, Lizzy la llevaría a su alcoba. La notificación le sacó a Corny una sonrisa, y girando la cabeza hacia su guardiana, sus ojos se iluminaron de orgullo.
−Veo que ya estas lista− le dijo Corny en la privacidad de sus pensamientos −. Te sienta muy bien la armadura.
−La tela debajo me pica un poco.
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Clan Unicorn
Fantasía[En edición] Primera parte de la Saga "Clanes" Existen cuatro elementos, que mantienen la paz sobre la Tierra. Pero uno de ellos ha desaparecido. Cuando el destino de tres reinos se ve amenazado por una terrible maldad, lo más sensato para sus gober...