El sirviente Leo, guio a Corny por un largo pasillo cuando subieron las escaleras al segundo piso. Para ser apenas la tarde, se sorprendió de la ausencia de servidumbre por todas partes, limpiando o atendiendo las necesidades del rey y la reina. Sólo descubrió algunos guardias que escoltaban las puertas del palacio, y Corny se sonrojó un poco cuando los ojos de varios de ellos la seguían mientras cruzaba el pasillo con Leo.
−¿Dónde están todos?− preguntó −¿O en este palacio no tienen mucho personal?
Leo miró de reojo a la princesa y se mantuvo al margen.
−Todos los habitantes de Skyfar están en el estadio para la celebración− contestó. −. Normalmente una cuarta parte de la población asiste, pero como en esta ocasión la princesa Holy va competir por la medalla de oro, así que casi nadie se lo quiere perder.
−Entiendo. ¿Y qué clase de cosas califican en esa competencia o celebración?
−La competencia de fuerza en combate cuenta con cuatro secciones; la primera es la muestra de pelea de cuerpo a cuerpo; la segunda es la presentación de espadas; la tercera es la prueba de arquería de jinetes de dragón; y sólo los últimos tres lugares pueden llegar a la cuarta fase, que es luchar contra una mantícora, hasta matarla.
De pronto Corny se sintió muy pequeña ante la comparación de la princesa Holy; una mujer fuerte y valiente, capaz de entrar a una competencia que debería ser sólo para los guerreros más prometedores. A pesar de lo inferior que se sintió, también estaba de acuerdo con que tener una guerrera, así como portadora de uno de los elementos de la "Suprema Eternidad" sería una gran ventaja.
La princesa unicorn se abrazó a sí misma y suspiró discretamente. La armadura comenzaba a pesarle un poco y deseó llegar a la alcoba para poder quitársela y tomar una siesta. Miró por un momento a Leo. Era un muchacho pelirrojo como la mayoría de todos ahí; tenía los ojos azules, una figura alta, el cuerpo dotado de músculos −que bien podría hacerse pasar por un soldado−, y probablemente no debía tener más de 25 años.
Ella comenzó a creer que en realidad no era parte de la servidumbre, y se quedó aliviada de que no se le escapara llamarlo "sirviente", claro, no hasta que alguien se lo confirmara.
Leo abrió una de las puertas y dejó que Corny entrara primero. Se sorprendió cuando encontró la alforja que llevaba Pearl cargando sobre la esponjosa capa de sábanas anaranjadas. Supuso que todo se debía a las órdenes de la reina Aria. Toda la habitación era espaciosa, elegante y cómoda, que por un momento se sintió como en su hogar.
−Una doncella real vendrá a atenderla por si necesita algo más− informó Leo.
Corny miró a Leo e hizo una reverencia.
−Se lo agradezco, ehh...− dudó de qué forma dirigirse a él.
−Niell. Soldado Leo Niell.
«Lo sabía», pensó.
−Entonces, se lo agradezco, Soldado Niell.
Le ofreció una cordial sonrisa y después de una inclinación de cabeza, el soldado se retiró de la alcoba, cerrando la puerta detrás de él.
Inmediatamente, Corny se acercó a la cama y se quitó de encima todo el metal que le pesaba y acaloraba, incluyendo las interesantes botas que Bloom escogió para ella. Se dejó nada más el pegado traje que llevaba bajo la armadura y se sentó en la orilla del colchón. Desde ahí pudo ver a través de la ventana, los dragones que volaban alrededor de lo que creyó era el estadio del que los reyes y el soldado hablaban.
En su rostro pálido se dibujó una melancólica sonrisa cuando los fuegos artificiales aparecieron en el cielo. Le recordó a su reino y se preguntó qué estarían haciendo su hermana y su padre para mantener las malas noticias en discreción para no alterar al pueblo, mientras ella tenía que lidiar con algo mucho más desafiante.
ESTÁS LEYENDO
Clan Unicorn
Fantasy[En edición] Primera parte de la Saga "Clanes" Existen cuatro elementos, que mantienen la paz sobre la Tierra. Pero uno de ellos ha desaparecido. Cuando el destino de tres reinos se ve amenazado por una terrible maldad, lo más sensato para sus gober...