Capítulo 20

586 80 3
                                    

La mañana siguiente, Holy y Petter estuvieron husmeando en cada rincón de la sección antigua de la biblioteca. Como en realidad esa sección carecía de mantenimiento y orden, tuvieron que revisar todos los libros, pagina por página. Holy creyó que su cabeza explotaría en cualquier momento. En cuanto a Petter, por mucho que quisiera rendirse en la búsqueda, no se permitió hacerlo. Debía estar la respuesta en alguno de esos sucios y viejos libros.

Holy bufó.

−¡Esto es una causa perdida!

−No llevamos ni una tercera parte de la sección.

−A eso me refiero− arrojó el último libro que revisó junto a la torre de libros inútiles −. Tardaremos una eternidad en encontrar el libro correcto. Son tan viejos que ni siquiera se molestaron en ponerles título en la portada o al menos a ordenarlos por tema.

−Pues éste es tu reino y al parecer no tuvieron una buena administración con la biblioteca− replicó Petter −. En Clawseld cada pieza antigua es cuidada, clasificada y ordenada.

−Aggg... Di lo que quieras, señor "mi reino es tan perfecto como yo", pero nadie esperaba que los problemas llegarían algún día, como para necesitar estas cosas malolientes.

Holy tenía razón, y Petter lo sabía, pero no se atrevió a reconocerlo. No quería admitir que una mujer egocéntrica e inmadura tenia razón en algo tan importante. Quedaría él como un tonto.

Deseo que la princesa Corny estuviera en condiciones para ayudarles a buscar, pero hasta donde tenía entendido, ella cayó en un profundo sueño después de su arrebato de anoche y nadie quiso despertarla por respeto. Se merecía descansar un poco. Había muchas cosas con las que cargaba, además de que concederle algunas horas de sueño no le hacían daño a nadie.

Las piernas de Petter se acalambraron un poco por tanto tiempo estar sentado en el suelo mientras leía cada libro que llegaba a sus manos. Se estiró un poco para relajar sus tiesos músculos. Le dolía toda la espalda y el cuello por la posición encorvada en la que estuvo, y su vista estaba un poco borrosa de tantos libros con letras muy pequeñas que tuvo que enfocar. Inconscientemente, estiró sus alas demasiado en un espacio muy pequeño y la torre de libros que estaba a su lado se desplomó sobre él.

Cuando los libros llegaron hasta la escalera de la que Holy estaba trepada para revisar los libros de los estantes más altos, ésta se tambaleó y Holy cayó de ella sobre los libros que estaban enterrando a Petter.

−¡Ahggg!− se quejó Holy.

Petter salió debajo de ella empujando a la princesa a un lado para liberarse y ésta se desplomó sobre su trasero. Se sobó la cabeza y estiró sus extremidades detenidamente. Miró a Holy que respiraba pesado, su pecho se movía con cada inhalación y exhalación, sus pupilas se afinaron al igual de los ojos de los dragones y de sus orificios nasales, se liberaba el humo que se acumulada en sus pulmones.

El príncipe se acercó a ella rápidamente y le cubrió la boca con la palma de su mano y ella le lanzó una mirada afilada y asesina de sus brillantes ojos azules, gimoteó y trató de liberarse a jalones, pero Petter no cedió.

−¿Estas loca?− le susurró Petter −. ¿Acaso quieres provocar un incendio y matarme?

Holy le quitó su mano de encima.

−Pues si tú no fueras tan torpe, yo no me enfurecería.

−¿Crees que es fácil estar en un castillo ajeno? No está adaptado a las necesidades de mis alas− objetó −. Estoy acostumbrado a tener todo el espacio necesario para poder estirar mis alas cuando se acalambran.

Clan UnicornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora