Capítulo 11

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Corny galopó con Pearl durante largas horas. Skyfar quedaba pasando las montañas, en un lugar donde abundaba la humedad y las temperaturas cálidas –perfectas para la piel de dragón–. Cada habitante de aquel clan, cuidaba con respeto y honor a sus guardianes dragones; los alimentaban, aseaban y protegían. Una ubicación adecuada que les ofrecía cubrir todas las necesidades para los dragones.

A pesar de que Pearl estaba más que agotada, no quiso detenerse a descansar. Puede que no hubiera leviatanes cerca, pero existían más peligros para preocuparse, y con una princesa que no llevaba escolta, prefirió mantener el ritmo para no arriesgar a Corny.

Sus pezuñas resonaron sobre el pasto, hasta que por fin apareció en el horizonte Skyfar y su inconfundible e imponente palacio. Las pequeñas casas tenían colores rojizos, anaranjados y marrones, en combinación con la piel de dragón. Aquí las personas tenían el cabello en distintas tonalidades de color; empezando por el pelirrojo –que era el más común–, hasta oscurerce en tonos amapola, café, marrón y negro. La piel de los habitantes era albina, con las facciones afinadas y los ojos de colores; azul, púrpura y verde oscuro.

Entre las nubes que cubrían el majestuoso palacio, Corny divisó una cantidad considerable de dragones que volaban con sus enormes y afiladas alas que eran poco las largas que el resto de su espalda. La gran mayoría jugueteaba en el aire con su aliento de fuego coloreando el cielo de matices rojizos, otros que caían en picada para volver a abrir sus alas y elevarse con impresionantes acrobacias.

Juntas cruzaron uno de los caminos al interior del pueblo y los campesinos que las miraban al pasar, abrían sus ojos como la luna y se extrañan por la inesperada visita de una jinete y su unicornio de pelaje tan blanco como la nieve. El ruido de las pezuñas de Pearl contra los caminos de piedra, hacía que las personas les abrieran paso hacia el palacio real de Skyfar, dónde Corny esperaba que estuviera Will y también poder tener una conferencia con el rey del Clan Dragon.

Justo cuando estaban a punto de llegar a la entrada de la muralla que protegía el palacio, un imponente dragón de escamas rojizas con destellos dorados apareció del cielo y se plantó frente a la gran puerta de madera para después liberar un aterrador rugido ensordecedor. Cuando todo su cuerpo impactó contra el suelo, la tierra vibró un poco y Pearl se detuvo en seco con las herraduras de sus pezuñas que derraparon un poco y levantaron polvo. Corny tuvo que sostenerse con fuerza de Pearl, apenas dejando salir un grito ahogado. El dragón debía medir al menos unos tres metros de altura y sus facciones afiladas y monstruosas, provocaron que Pearl diera unos pasos hacia atrás; con las orejas y cuello inclinados.

A pesar de lo vulnerable que estaba Pearl con la presencia del dragón, Corny cobró valor, irguió su espalda y se aclaró la garganta.

–Mi nombre es Corny Dawn– pronunció proyectando la seguridad que merecía su pueblo en su reina –. Princesa de Hornland y futura soberana del Clan Unicorn. He venido a Skyfar para reunirme con el rey Noel por un asunto de confidencialidad.

El dragón apenas se inmutó con un ligero gruñido y a su lado apareció una hermosa mujer de ojos verde oscuro, largas pestañas, nariz fina, labios carnosos, las mejillas ruborizadas y el cabello de color amapola; luciendo un elegante vestido azul y una corona dorada con incrustaciones de rubí. Si duda era la reina Aria.

–Está bien, Smoke– dijo la reina Aria mientras acariciaba la piel gruesa del dragón –. Puedes dejar pasar a la princesa Corny.

El dragón inclinó la cabeza para recibir la caricia de la reina sobre su afilado hocico y un ronroneo salió de sus fosas nasales, junto con una corriente de humo.

–Ahora vuelve al estadio. Holy te está esperando para que les pongan sus armaduras para el espectáculo– dijo la reina Aria y el dragón asintió con un movimiento de cabeza. Smoke abrió sus alas y aleteó hacia el cielo azul y desapareciendo de la vista de Corny. La reina sonrío y giró su cabeza hacia Corny –. Princesa Corny, me da mucho gusto darle la bienvenida a Skyfar.

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