Corny aun no comprendía su sueño ni el acertijo que le pronunció Pearl, pero tenía claro que posiblemente había más secretos por revelar. Tenían que existir. Ella no se daría por vencida en encontrar la mejor solución para salvar a los clanes de la oscuridad y la destrucción. No podría darse el lujo de defraudar a nadie, es lo que su madre esperaría de ella, una princesa responsable y capaz de superar los obstáculos en la adversidad.
Siguieron caminando juntas, rodeando el lago. «¿Qué haría mamá en mi lugar?», pensó. A pesar de ser apenas una joven adulta, no podía siempre resolverlo todo. Necesitaba el apoyo de su padre, pero el rey siempre estuvo ocupado con el reino al fallecer su amada esposa y madre de sus hijas. Como si una chispa en él se hubiera apagado desde ese día. En el pasado, solía jugar con Corny y Bloom, cada vez que fuera posible, y ahora, aquellos ratos libres, los ocupaba para leer o supervisar el funcionamiento del reino. Parecía mantenerse ocupado a propósito, ignorando las necesidades sentimentales de sus hijas.
Corny lo entendía, claro, no completamente. No es lo mismo perder a una madre, que perder al amor de tu vida. Por ello nunca le reclamó nada a su padre. Quiso respetar todos esos años su dolor, aunque le desconcertaba no saber la causa de muerte de su madre. El rey nunca habló del asunto, sólo le dio la terrible noticia al pueblo y a las jóvenes princesas.
Luego Corny recordó que su madre también tuvo un unicornio guardián y que éste aún estaba con vida.
−Pearl, ¿cuál era el nombre del guardián de mi madre?
La pregunta tomó por sorpresa a Pearl. Meditó por un momento para recordar y le dijo:
−Creo que se llama Ónix.
−¿Y dónde está él?− curioseó. Tenía la esperanza de que, quizá el guardián de su madre supiera la causa de su muerte.
Pearl se retrasó un poco y caminó a la espalda de la princesa. No quería responderle mirándola a los ojos.
−En los mismos establos que yo. Es un unicornio viejo, por lo que lo tienen en cuidados especiales− trató de mantenerse indiferente, pero le costaba trabajo desviar sus pensamientos para que Corny no supiera la verdad.
−Quisiera verlo− exclamó Corny −. Nunca supe la causas que llevaron a mi madre a la muerte, pero tú dices que los guardianes pueden leer la mente de sus portadores todo el tiempo− una sonrisa llena de esperanza apareció en su rostro −. Si voy con él, podrías traducirme sus palabras y así saber lo que ocurrió.
La idea no le gustó a Pearl, y de su garganta salió un relinchido que en sus pensamientos tradujo como una negativa. Sus orificios nasales se expandieron y contrajeron con rapidez una y otra vez.
−No creo que sea una buena idea− replicó con los nervios reflejados en su voz telepática −. Desde que Ónix perdió su conexión con la reina, cayó en una terrible depresión que lo llevó a la demencia.
Su actitud desconcertó a la princesa. Se preguntó qué tenía de malo en hacer una inocente pregunta. ¿Acaso Pearl sabía algo que Corny ignoraba? Quiso pensar que no.
−Corny,− continuó la unicornio −creo que tenemos que regresar. Si vamos a viajar pronto con el Clan Dragon, te tienes que preparar. Creo que sería muy bueno que mejoraras tu magia.− Sugirió.
Sin mayor reproche, Corny asintió.
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Clan Unicorn
Fantasy[En edición] Primera parte de la Saga "Clanes" Existen cuatro elementos, que mantienen la paz sobre la Tierra. Pero uno de ellos ha desaparecido. Cuando el destino de tres reinos se ve amenazado por una terrible maldad, lo más sensato para sus gober...