Primero quería agradecerles. Agradezco a todas esas personas por sus mensajes. Me alegra mucho que les guste mi historia. No duden en recomendarla con sus amigos y votar y comentar tanto como quieran <3
El sonido de un claxon me devuelve a la realidad antes de poder siquiera abrir los ojos. Siento que todo mi cuerpo se mueve a una velocidad muy elevada como para estar siendo cargada, por lo que descarto esa opción enseguida, pero todavía no sé a ciencia cierta dónde estoy. A mi alrededor, escucho la familiar voz de Ale y no hago más que tranquilizarme al saber que ella está cerca. Puedo escuchar los motores de algunos autos, así como también cierta música desde la lejanía.
¿Dónde estoy?
Intento abrir mis ojos para orientarme, pero me resultan pesados, mucho más de lo normal. Esto me pasa por querer ser una adolescente normal que puede beber sin ningún tipo de inconveniente ni ninguna necesidad de medirse a sí misma en una inofensiva fiesta de bienvenida.
Un momento, ¿cómo es que terminé aquí? Hasta donde recuerdo, yo estaba buscando el baño, ya que me urgía satisfacer esa necesidad fisiológica hasta que... No recuerdo más. No sé qué pasó después y supongo que eso se lo tendré que preguntar a Ale antes de entrar en crisis. Haciendo un nuevo esfuerzo, abro los ojos lentamente esperando sentir el habitual dolor de cabeza que visita a toda persona después de haber bebido como lo hice yo hace no sé cuánto de tiempo; no obstante, lo que realmente siento es un terrible dolor de cuello.
¿Por qué rayos permitieron que me durmiera en esta posición?
Estando a punto de quejarme en voz alta, me doy cuenta de que estoy recostada en los asientos traseros de un auto, y no en cualquier auto. Aunque no puedo ver a la persona que conduce, ya que está de espaldas a mí, sé perfectamente de quién es esa voz. Ralph.
—¿Siempre acostumbra a beber así? —escucho que le pregunta a una impávida Ale. Ella tarda unos segundos en contestar, seguro pensando en una de sus características respuestas.
—No, pero creo que, para ser la primera vez, parece como si tuviera un serio problema de alcoholismo.
Ralph ríe. Qué bonita risa. Un segundo, ¿qué? Niego con la cabeza para apartar esos irrelevantes pensamientos. Minutos después, siento que el auto se detiene un momento e intuyo que es porque el semáforo está en rojo.
—Me sorprendió mucho verla en ese estado, no esperaba que...
—¿Que te confundiera con Raphael? —completa ella la oración, como si nada. Al escuchar eso, me siento la persona más horrible del mundo y la culpa me invade irremediablemente. ¿En serio hice algo así? Confundir a Ralph con alguien tan opuesto y poco entusiasta como Raph es un pecado. Peor que eso, ¡es un sacrilegio!
El gemelo se queda callado al oírla y por un momento considero golpear a Ale para despertar la sutileza interior que claramente lleva apagada. Él no se merecía algo así.
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Buscando tu mirada [SB#1]
Teen FictionAprobar los exámenes bimestrales con buenas calificaciones es la única preocupación de Nadia, una risueña adolescente con notas desastrosas. Convencida de que debe hacer algo al respecto, acepta el consejo de sus profesores y busca ayuda de la perso...