Al día siguiente, Raph no se aparece en la escuela.
Inevitablemente espero verlo, al menos, llegando rezagado en medio de la primera clase, pero no sucede así. Su ausencia no pasa inadvertida ni siquiera por el profesor, pues este se queda un momento observando extrañado el asiento vacío al lado de Stephen, quien aparentemente parece no explicarse el motivo de que Raph no haya venido. ¿Significa que tampoco está enterado de que él y yo ya no estamos más juntos? Siento un punzante dolor en el pecho cuando evoco ese recuerdo. Él y yo rompimos. Ya nada me ata a Raphael Thompson; nada, excepto los sentimientos que sigo teniendo por él. Es imposible poder olvidarlo tan rápido; si antes de empezar nuestra relación me costaba hacerlo, peor aún ahora que fuimos pareja. Anoche me quedé dormida de tanto llorar contemplando la única foto que tengo como prueba material de que Raph y yo alguna vez estuvimos juntos. Y que, tal vez, fuimos felices en ese instante. Para colmo de males, Presidente no dejaba de martirizarme al repetir su nombre en toda oportunidad trayendo a mi mente nostálgicas reminiscencias de nuestros mejores momentos, así que tuve que distraerlo a cada rato dándole sus semillas favoritas para que mantuviera el pico cerrado. Realmente hice muy mal en mencionar el nombre de Raph en su delante.
Ese será mi castigo ahora.
Hoy en la mañana me dije a mí misma que no puedo quedarme estancada en esta relación que no funcionó. La vida sigue, el mundo sigue y la escuela sigue. Nada se detiene solo porque acabo de sufrir una decepción amorosa. Debo seguir adelante, en algún momento todo este dolor se irá y ya no habrá más Nadia con el corazón roto. También he reflexionado un poco con respecto a Raph; no quiero cultivar algún tipo de rencor hacia él. Lo nuestro no funcionó, es cierto, pero no quiero odiarlo. Admito que tal vez me he dejado influenciar, en cierta parte, por los sentimientos que todavía me provoca. Pero no me importa. Eso está decidido. Por otro lado, Ale, cuando se enteró de nuestra ruptura y del motivo que me obligó a terminar nuestra relación, quiso ir a rendir cuentas con Raph, pero se lo impedí. Creo que por ese lado este hizo bien en no venir hoy, aunque sé que, en el fondo de mí, deseaba verlo. En resumen, las horas de clase se suceden como de costumbre, solo que esta vez no está el chico que ocupa el primer puesto en la lista de notas. Podría decirse que es la primera vez que falta desde que empezamos a hablarnos, pues su impecable récord de asistencias es uno de los factores por los que siempre se ha destacado, además de sus notas, claro. Cuando pienso en eso, me siento irremediablemente culpable.
¿Seré yo la causa de que haya faltado? ¿Le habrá afectado que hayamos terminado? ¿Y si él...?
Basta, Nadia, deja de pensar en él.
Sacudo mi cabeza y me dispongo a atender lo que queda de la última clase. De tanto divagar siento que me he perdido gran parte de esta, y ya me ha aconsejado Ale que debo mejorar también mis notas en Economía. Con determinación tomo el bolígrafo y comienzo a tomar nota de la información que considero más relevante, también leo el libro y resalto lo que creo que puede venir en los próximos exámenes. En ocasiones hasta participo cuando el profesor hace interrogantes a los presentes sobre la clase anterior. Todos mis compañeros parecen sorprenderse cuando hago eso. Inclusive el profesor, que no escatima en felicitarme cuando me escucha (según él, por primera vez en su vida). Ale se ríe de mí por lo bajo, así que la codeo levemente para que diga algo sobre el tema y así deje yo de ser el objeto de diversión de la clase entera. Solo entonces vuelvo a respirar tranquila. Para mi buena suerte, unos minutos después el docente da por concluida su clase, por lo que todos comienzan a guardar su cosas. En cuanto el timbre resuena por los pasillos, todos salen casi corriendo. Ale y yo, un poco más calmadas, salimos caminando y conversando entre nosotras sobre nuestros planes de hoy. Ella, después de salir del trabajo, piensa irse al cine con sus compañeras, pues es día de paga y quieren celebrar yendo a algún sitio juntas. Yo no tengo más planes que dormir todo lo que resta del día, así que ella, al escucharme, me propone que las acompañe para que así aproveche en distraer mi mente.
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Buscando tu mirada [SB#1]
Teen FictionAprobar los exámenes bimestrales con buenas calificaciones es la única preocupación de Nadia, una risueña adolescente con notas desastrosas. Convencida de que debe hacer algo al respecto, acepta el consejo de sus profesores y busca ayuda de la perso...