-¿Qué haces aquí, Natasha?- Me levanté rápidamente.-Vine a buscarte.- Sonríe acomodando su cabello.
-¿Para qué?- Justo ahora estoy tan confundido y sorprendido.
-Confia en mí.- Susurra.
Realmente, no sé si debería confiar en Natasha.
-¿Vienes?- Se posó cerca de la ventana.
-Natasha no puedo dejar a mi hermana sola en casa.- Excusé.
-Prometo que volveremos antes de que salga el sol, Emily ni siquiera se dará cuenta que no estás.- Insistió colocando una expresión en su rostro tan... Linda.
Suspire y observé esos profundos ojos que Natasha posee, perdiéndome en ellos.
-Vale.-
Natasha me dio una gigantesca sonrisa y procedió a salir por la ventana de mi habitación. Solté un largo suspiro y luego de pensarlo muy bien, fui atrás de ella.
¿Que ocurriría sí mis padres se enteran de esto? No acostumbro a hacer éste tipo de cosas, aún teniendo 18 años de edad.
-¿Te arrepentiste?- Preguntó Natasha mirándome desde las afueras de la casa.
-No.- Comencé a salir cuidadosamente por la ventana.
Y espero no hacerlo.
Al poner mis píes afuera de la casa, una gran ola de nervios atravesó todo mi cuerpo.
-¿Es primera vez que haces esto?- Comienza a caminar.
-Sí.- Confesé tímidamente.
-Se nota.- Me observó. -Aún así puedes estar tranquilo, no haremos nada malo.-
-¿Y, a dónde iremos?- La observé caminando a mi lado.
-Ya que somos amigos, quiero que conozcas mi mundo.- Sonrió.
No respondí intentando analizar sus palabras... ¿Su mundo? ¿Acaso su entorno es tan diferente? Sólo espero no estarme metiendo en cosas indebidas.
El camino fue corto, y a medida que dábamos un par de pasos la música se hacía más fuerte.
-Pase lo que pase, no te alejes de mí.- Susurró.
No quiero parecer un cobarde delante de Natasha, así que batallando con mi consciencia, entré justo detrás de ella a ese lugar donde la música hace que tú cuerpo vibre al ritmo.
-¡Hey, Natasha!- Gritó alguien a nuestras espaldas.
Ambos volteamos y Natasha sonrió acercándose a ese grupo de chicos, no me queda de otra que seguirla.
Algunas personas a nuestro alrededor fuman, otras beben, otras bailan, y las parejas pareciera que no se percatan de la cantidad de personas que los observa. Además de ser un lugar público.
-¡Te extrañé, mala influencia!- Dijo una voz familiar masculina, mientras abraza con fuerza a Natasha.
Fijé mi vista en ese chico; las bajas luces del lugar no me permiten observarlo con claridad.
-¿Drake?- Pregunté captando su atención.
-¿Nelson?- Preguntó tan sorprendido como yo.
Él se había ido a estudiar a una universidad localizada en otro país y no me había dicho que ya estaba de vuelta.
-¿Se conocen?- Interrumpió Natasha.
-¡Nelson es mi hermano de otra madre!- Comentó sonriente. -¿Qué haces por aquí?
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Conexión Desconocida
Jugendliteratur"Porque todo lo bueno comienza con un poco de miedo..."