Capítulo 28: La mudanza.

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Nelson

Mi respiración ésta siendo muy desastrosa al igual que la suya pero, con un beso nos entendemos más que con miles de palabras.

Me encanta su aroma, su calidez y como simplemente se deja llevar.

Quise intentar algo en éste juego con nuestros labios y con suma delicadeza mordí su labio inferior, soltándolo lentamente.

Nos alejamos dejando aún la corta distancia entre nosotros, su respiración se mezcla con la mía, sus manos se mantienen en mi cuello, las mías en su cintura y nuestros cuerpos están pegados uno al otro.

-¿Cómo supiste que me escondía?- Susurró mirándome a los ojos.

-Pude ver tus zapatos, tonta.- Sonreí.

-Imbécil.- Rió.

Si supiera que su sonrisa se ve aún más linda cuando su boca está a centímetros de la mía.

-Por cierto, hoy te vi en primera plana.- Sonreí.

Natasha no quitó su sonrisa pero la suavizó mientras desviaba su mirada.

-¿Pasa algo?- Pregunté acariciando su mejilla.

Natasha suspiró, tomó mi mano, me dirigió hasta el sofá sentándose ella a mi lado y me contó sobre lo que le había ocurrido ésta mañana con su abuelo y su tía; parecía no darle mucha importancia a las ofensas pero lo que sí le dolía era cuando involucraban a sus padres de una manera tan negativa.
Me parece tan injusto la forma en que la tratan; cuanto quisiera poder cambiar eso, ella es una chica muy fuerte y valiente pero como todos tiene sentimientos, unos muy lindos y verdaderos los cuales su familia no ha valorado.

Yo me mantengo observándola mientras la escucho hablar y juro que si justo ahora tuviera en frente a su abuelo o a su tía les gritaría en el rostro lo increíble y buena que ella es, sin importarme la educación y mis principios. Luego la sacaría de allí y la llevaría conmigo a cualquier parte.

Si pudiera.

Se me hizo imposible no sonreír al escucharla decir con sus mejillas sonrojadas la manera en que le respondió a su abuelo y a su tía saliendo de su casa tranquila y con una sonrisa.

-Púes lo has hecho muy bien.- Hice una pausa. -Yo me sentí de una manera inexplicable al verte en primera plana como la campeona y estoy seguro que al igual que el público tus padres gritaban y aplaudían desde donde quiera que se encuentren.-

Natasha sonrió y reposó su cabeza sobre mi hombro.

-Quisiera que ellos hubieran podido conocerte.- Dijo colocando su mano sobre la mía.

-Y a mi me hubiera encantando conocer a los padres de la chica que arrollé un día como cualquiera.-

Ella soltó una pequeña carcajada contagiándome.
Acaricié su mano delicadamente y deposité un corto pero tierno beso en su frente.

Drake y Alan entraron a la sala y fingieron sorpresa.

-¡Oh, Natasha! No sabía que estabas aquí.- Drake habló con lentitud.

-Nelson, pensé que estabas en el baño.- Dijo ésta vez Alan como si estuviera siguiendo un guión.

Amigos, el teatro no es lo suyo. Es obvio que entraron para ver que ocurría. Metiches.

-¡Son pésimos actuando!- Rió Natasha.

*

Y por fin pude comprar la casa para mi madre. Llevar el mayor índice académico me ayudo muchísimo, púes la beca universitaria me ha dando esta vez una gran cantidad de dinero, no dudé en que invertirlo. Es una casa muy grande, espaciosa y bonita. Además está a sólo unas cuadras de nuestra casa anterior, incluso más cerca ahora a la de Natasha.

Conexión DesconocidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora