Natasha
¿Adivinen quién no pudo dormir por la noche? Yo.
Aparte de esa desconocida sensación de nervios en mi estómago, no podía dejar de pensar.
Tengo mucho tiempo caminando con la cara de chica fuerte, con la coraza dura de alguien que no ama, pero lo cierto es, que quiero a alguien que me ame, que se enamore, que acabe con ese puño de dolor que tengo en el alma y quiero a alguien que me ame con mis defectos, haciéndome, tal vez, olvidar todo aquello que me hizo cambiar. Pero, por otro lado, el miedo me invade haciendo que eso de "Quiero a alguien que me ame" se esfume y elija pasear sola por la vida, al menos por ahora.
*
Voy caminando con las manos en mis bolsillos.
A pesar del fuerte sol de la tarde hay un clima agradable.
Mi vista va fija en el suelo, observando la punta de mis zapatos con cada paso, hasta que una pelota de fútbol choca contra mis piernas.
-Natasha.- Susurra alguien acercándose.
Levanto mi mirada y me encuentro con esos ojos intensos, los cuales no me dejaron dormir anoche.
-Ten más cuidado, por favor.- Respondí entre dientes.
Sí, tal vez estoy un poco frustrada.
-Tú estás caminando justo por el medio del campo.- Respondió Nelson sonriendo. -Ten más cuidado, por favor.- Me imitó.
¿Sigue en plan de jugar con mi misma jugada en el mismo partido?
-¿Crees qué sabes mucho, no?- Me cruzó de brazos, sonando desafiante.
-No, sólo sé lo suficiente como para ponerte nerviosa.- Susurró acercándose más a mí.
Bufé dando pasos hacía atrás.
-No me pone nerviosa enfrentarme a ti en un partido de fútbol.- Dije distorsionando un poco el sentido de sus palabras.
-Ya que lo dices, púes bien, juguemos, pero sabes perfectamente que no me refería a eso.- Me guiña un ojo haciendo un rápido movimiento para dominar la pelota.
Sí, sé a que te refieres. Y sí, sabes como ponerme nerviosa y hacerme dudar, imbécil.
-Comienzan las damas.- Pateó la pelota hacía mí.
La detuve y me posicioné para comenzar el partido. Recogí mi cabello en una coleta alta, él se colocó frente a mí esperando el pasé mientras su ojos estaban fijos en los míos.
Esto estará interesante.
El partido va en empate, tres a tres, ya casi es de noche y aún no hemos podido desempatar.
Nelson es bueno en esto. Tengo que admitirlo.
-Tiempo.- Dijo Nelson respirando con dificultad.
Me acerqué a él mientras limpiaba el sudor de mi frente.
-Eres demasiado buena en el campo de fútbol.- Comentó colocando las manos en sus caderas mientras detenía la pelota.
-Lo sé.- Sonreí.
Él me devolvió la sonrisa y agachó su mirada.
Sólo se escucha el sonido de nuestras agitadas respiraciones.-Tengo sed.- Dijo acomodando su cabello.
-¿Quieres pasar por mi casa a por un poco de agua?- Propuse.
-Me invitas a tú casa... ¿Eso es un primer paso, no?- Sonrió pícaramente.
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Conexión Desconocida
Novela Juvenil"Porque todo lo bueno comienza con un poco de miedo..."